Récord y victoria, el sueño y el objetivo

Alexia Putellas celebra uno de sus golazos

Alexia Putellas celebra uno de sus golazos / Valentí Enrich

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Hoy puede ser un día histórico. Debe ser un día histórico. El Barça es ‘més que un club’ por su estilo, por su ideología futbolística, por La Masia, por UNICEF y ACNUR, por su modelo, por su transversalidad, por todos los valores que transmite... Y ahora también quiere serlo por batir el récord mundial de público en un partido de fútbol femenino. Esta tarde, el Camp Nou debe llenarse para superar los 90.185 espectadores que se congregaron en el Rose Bowl de Pasadena (California) en 1999 con motivo de la final del Mundial entre Estados Unidos y China. No es una marca imposible de superar. De hecho, las 98.000 entradas para el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions contra el Madrid están agotadas desde hace semanas. Así que el sueño es perfectamente accesible. Falta hacerlo realidad. Y depende únicamente de todos aquellos culés que tienen en estos momentos un ticket en sus manos. No valen excusas. Ni la pereza ni el mal tiempo deben frenar a los socios y aficionados. Todos deben estar al lado de un Barça que lleva tiempo haciendo historia y se merece este regalo. 

Un Camp Nou repleto sería el mejor reconocimiento a este equipo perfecto que la pasada temporada ya logró el triplete y ahora lucha no solo por repetir la hazaña sino por aumentarla. Durante los últimos días, desde el club se ha incentivado la presencia masiva de barcelonistas en el encuentro. Incluso el mítico capitán Carles Puyol se reunió con las jugadoras para darles su apoyo ante un momento crucial de sus carreras. Porque el partido de esta tarde marcará para siempre la trayectoria del fútbol femenino. Un fútbol femenino que ha ido adquiriendo protagonismo en los medios de comunicación y ha suscitado el interés de los aficionados gracias a los éxitos de un conjunto irrepetible. Un equipo femenino que ya es el espejo en el que se mira el equipo masculino. 

Sin embargo, aunque el récord de público es un gran objetivo, el prioritario no es otro que la clasificación para las semifinales de la Champions. En el partido de ida, no sin dificultades, las blaugranas se impusieron por 1-3 en Valdebebas. La ventaja en el marcador es clara, suficiente para jugar con tranquilidad. Pero la euforia de un Camp Nou lleno no debe despistar al equipo de la trascendencia de lograr un nuevo triunfo ante el Madrid. La fiesta no será completa hasta que el Barça se haya asegurado el pasaporte a la siguiente ronda. Y a partir de ese momento, a celebrar la gesta por todo lo alto.