El Real Madrid, el gran perdedor de la Eurocopa

A Florentino Pérez la selección española no le interesa nada o casi nada. Sí le interesó en 2018, pero para robarle al seleccionador, Julen Lopetegui, a la Federación Española antes del Mundial de Rusia. Como Rubiales reaccionó destituyendo al técnico, el presidente blanco programó su presentación un día antes del debut mundialista de La Roja. El todopoderoso mandatario, en esta ocasión, ha decidido que toca contraprogramar las celebraciones por ganar la Eurocopa con la presentación de Mbappé, prevista para este martes.

Petit aplasta a Mbappé: "Es un capitán indigno"

Lo único cierto es que el Real Madrid es el gran perdedor, antes, durante y después, de la Eurocopa. Ahí está el fracaso de Toni Kroos, que en su último partido se permitió el lujo de lesionar a Pedri, ahí está también la triste imagen de Kylian, que ha recorrido los estadios alemanes como un alma en pena al que la lesión en la nariz le afectó demasiado. Ahí, por supuesto, está Bellingham, otro niño malcriado al que tuvieron que llamar la atención por gestos impresentables y que abandonó antes de tiempo la final contra España molesto y pateando aquello que encontraba a su paso.

Lamine Yamal: "Este equipo sé de qué está hecho"

Ahí está la no convocatoria de Brahim, al que la prensa madridista, la misma que se cambia de camiseta para seguir a la selección, quiso meter en calzador. Luis de la Fuente tenía muy claro el qué, el cómo y con quienes. Y entre ellos solo Carvajal y mucho menos los suplentes Nacho y Joselu se han dejado ver en el show protagonizado, de forma exhuberante, por Lamine Yamal y Nico Williams. En la que debía ser la Eurocopa de Mbappé, quien se ha llevado la gloria es un chaval nacido en Mataró, crecido en La Masia y que viste la camiseta del Barça. El verano de Kylian es ya el verano de Lamine Yamal. Ni Kroos, ni Bellingham, ni Mbappé ni mucho menos Arda Güler. La estrella en Alemania, bendecida siendo un bebé por la peor pesadilla del madridismo, Leo Messi (su camiseta siempre luce en todo su esplendor en el Bernabéu la muestre quien la muestre), ha vuelto a colocar al Barça en el centro de todas las miradas.

Sin un duro, sin saber aún cuándo podrá fichar, tras una temporada muy complicada y sin títulos, con nuevo entrenador y polémicas institucionales, pero con la capacidad de generar futbolistas como Gavi, Fermín López, Dani Olmo, Pau Cubarsí, Balde, Cucurella o Lamine Yamal intactas, el Barça sigue siendo la envidia de media Europa. La admiración no se logra pagando 225 millones de euros por la estrella del momento (la megalomanía no está de moda), sino siendo capaz de construir a un futbolista que ha convertido al francés y a quienes serán sus compañeros en el Real Madrid en meras comparsas con solo dieciséis años. El futuro se llama Lamine Yamal y, de momento, ya ha ganado su primer duelo mediático. Y, por si fuera poco, en el horizonte ya se deja ver un Messi-Lamine histórico con el Barça como gran triunfador.