Una reacción meritoria pero tardía

Un inicio demoledor del Efes. Saras puso en pista a Laprovittola, Kuric, Kalinic, Mirotic y Vesely y mandó que en todos los 2x2 en los que participaran Micic o Larkin hubiera un cambio defensivo. Pero, estos bloqueos se produjeron más allá de la línea de tres, y, con tanto espacio, las continuaciones a canasta de Pleiss fueron letales.

La pareja diabólica turca sabe jugar a esto, y vieron con claridad qué les hacían y cuál era la solución. Ambos fueron generosos, no tiraron a canasta, pero dieron un sinfín de asistencias al pívot alemán. En el banquillo, el técnico blaugrana se desgañitaba viendo como el marcador reflejaba cada vez diferencias más abultadas. Su enfado se tradujo en una rotación total de los hombres en pista. No mejoró el panorama.

El Barca fue siempre a remolque, nervioso y precipitado, ante un rival que jugaba a placer, con ataques largos y trabajados, y una efectividad desde el triple, infalibles Larkin y Micic, espectacular. Parecía que era de aquellos partidos que podían durar una eternidad y, que al final, no se acabarían ganando.

Ya en el definitivo cuarto, cuando el marcador estaba a punto de alcanzar el -20, con Mirotic en el banquillo durante todo este periodo cuando estaba siendo el máximo anotador, y también con Saras sentado y con cara de entre resignación y enfado, se produjo una remontada muy meritoria que pocos esperábamos.

Una reacción que vino de la mano de los jugadores en pista, sin más ayuda externa. Fue precisa una cierta relajación del equipo turco, un par de triples de Da Silva, el Palau que empezó a soñar y, aunque Mirotic seguía sin salir, el marcador se ajustó. Pero no fue suficiente.

El Efes da mucho miedo

Parece que el equipo turco sólo se motiva, de momento, ante los grandes acontecimientos. Fue muy superior al Barça en control del partido, sabiduría en los 1x1, 2x2 y continuaciones y efectividad máxima desde el triple. Tuvieron además la virtud, excepto en los últimos minutos, de dar siempre respuesta a la mínima reacción blaugrana. Su perímetro creo que no tiene rival en la Euroliga.

Si Larkin y Micic siempre están dispuestos a aparecer, ante el Barça la pareja Beaubois-M’Baye fue el complemento ideal, ya que entre los dos sumaron 20 puntos. Clyburn estuvo más discreto en anotación, pero su gran calidad obligó a los de Saras a desgastarse mucho en defensa y dejar libres a otros efectivos. El Barça pagó muy caro un inicio de partido muy flojo. Ir a remolque ante un rival de la experiencia del Efes es definitivo. Provoca muchos nervios, imprecisiones y falta de confianza.

Vi a todos los blaugranas inseguros, agarrotados, con porcentajes bajos, y con una gran tensión que les impedía anotar en situaciones de ventaja sencillas. No estuvo fino Laprovittola, parece que echa en falta a Satoransky, y, sin duda, los exteriores del Barça se vieron superados con claridad por sus oponentes. El Efes es un grupo temible. Juegan de memoria, y tienen jugadores experimentados, curtidos en partidos a cara o cruz y que, a buen seguro, volverán a luchar por el título.