Querían empatar y al final empataron

Alves, durante el partido ante el Getafe

Alves, durante el partido ante el Getafe / EFE

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Durante el primer tiempo se pudo ver un partido de mucho centrocampismo, pero con nulo peligro por parte de ambos equipos. El guión del partido siguió la línea de lo esperado, con dominio azulgrana jugando bien hasta tras cuartos de campo, pero sin encontrar la manera de superar la ordenada defensa getafense en los últimos metros.

En la parte positiva se puede anotar el buen trabajo defensivo de Óscar Mingueza, así como el regreso de Balde al carril izquierdo, con más tendencia a aparecer en el ataque que Dani Alves, más pendiente de aplicarse en labores defensivas el brasileño. Mucha participación de Riqui Puig en la creación, asociándose muy bien con Busquets, pero sin poder meter el último pase ni encontrar cómo penetrar entre la defensa del Getafe. Soria apenas tuvo que intervenir ante la falta de pólvora blaugrana. Sin remate, se hace muy difícil la victoria.

MENOS RITMO

En la segunda parte todavía bajó más el ritmo y la intensidad del juego de ambos equipos, en el caso del Barça con el equipo insistiendo en los pases fáciles, sin riesgo, que pudiesen provocar pérdidas de balón en zonas peligrosas que dieran opción al Getafe a poder correr en transiciones y provocar ocasiones de gol. Este aspecto del juego es con el que más daño han hecho al Barca los equipos rivales en los últimso meses de competición y de ahí tanta preocupación en evitarlo en un choque en el que no se podían cometer errores. Pasaban los minutos y el buscar la portería rival se hacía cada vez más complicado y el miedo a poder cometer un error y perder el duelo provocó que ambos equipos especularan más. Tanto el Getafe como el Barça querían y necesitaban empatar el partido para asegurar sus objetivos de final de temporada y, cómo no, al final empataron.