¿Cómo queremos recuperar al Barça?

Joan Laporta le exige ganar la Champions League a Xavi Hernández

Joan Laporta le exige ganar la Champions League a Xavi Hernández / SPORT.es

David Bernabeu

David Bernabeu

Esta sigue siendo una pregunta clave. Fundamental acertar en la respuesta. El contexto y los tiempos que necesita el club para edificar su recuperación. Y el discuso público que debe trazarse. Por ejemplo, así a bote pronto, ¿de qué vale de decir que el siguiente paso es conquistar Europa? Eso confunde a la gente, puede generar frustración y, en un momento en que si algo necesita el Barça es tranquilidad para construir, mete una presión innecesaria. Reconocer lo que todo el mundo sabe, que el equipo anda lejos de sus rivales en Champions no es incompatible con competir para ganar y ser ambiciosos. Pero sostener, en plena rampa de salida, que el Barça es favorito como lo era hace años, es un farol de escaso recorrido.

¿Qué queremos ser y cómo lo queremos hacer? Joan Laporta, desde su segunda llegada al trono, ha defendido una mirada triunfalista, acorde con su entusiasmo, orgullo y carisma. “Somos el Barça”, acostumbra a soltar. Vale, está bien. Pero... ¿qué Barça somos? No tiene nada que ver con el Barça que fue. No, de momento. Xavi Hernández, que ha ganado dos títulos en tiempo récord y ha acompañado al presidente en esta cruzada, cambió el tercio hace unos días. “No seremos favoritos en Europa. Decirlo es engañar”. En el fondo, todos sabemos que Xavi, pese que a veces no lo pareciera, comparte otra cadencia: al Barça se le pide que juegue bien y crezca. Eso lo primero. Ganar siempre fue una consecuencia.

El discurso de la inmediatez funciona poco. En el club, más prisas, más gasto y menos determinación con la cantera. Fuera, mayor presión, menos paciencia y un manantial de oportunismo. Quieren ganar pero critican la inversión por Roque. Les parece caro el brasileño pero no entienden que el Madrid les birle a Güler. Piden cantera pero, ¿hay paciencia? Esta herida sólo se curará con tiempo. Y mucha calma. La ansiedad sólo es la antesala del drama.