Los protocolos anti COVID no funcionan
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Dembélé se casó por sorpresa / SPORT.es
Llevamos casi dos años de lucha contra el COVID. Y las fuerzas se agotan. La pandemia que ha cambiado nuestras vidas y nuestro mundo parece no tener fin. Creíamos que la vacunación acabaría con el drama. Pero las nuevas variantes siguen multiplicando los positivos. La maldita Ómicron, mucho más contagiosa pero (afortunadamente) mucho menos letal, ha vuelto a sembrar la alarma cuando parecía todo controlado. Y los contagios no paran de crecer. A un ritmo escalofriante. Suerte que las vacunas han frenado los casos más graves y, sobre todo, los fallecimientos. Sin embargo, el COVID sigue haciendo estragos, sobre todo porque la mayoría (como es lógico, después de tanto tiempo de prevenciones y restricciones) hemos bajado la guardia.
Y este error lo estamos pagando caro. En todos los ámbitos. También en el deporte, donde los positivos son constantes. El Barça, por ejemplo, tiene siete contagiados: a los ya sabidos de Alves, Lenglet, Jordi Alba y Balde se les unieron ayer Gavi, Umtiti y Dembélé. Una auténtica plaga que, unida a las bajas por lesión y sanción, dejan al equipo blaugrana en cuadro para el partido del domingo contra el Mallorca. Un total de 14 ausencias a la espera de que Pedri y Dest reciban el alta médica. Un tremendo revés para Xavi, que debe afrontar el primer encuentro del 2022 sin efectivos pero con la ineludible obligación de ganar.
En el caso del Barça, parece claro que los protocolos de seguridad obligatorios para futbolistas profesionales no han funcionado. No hablo solo de las imágenes de la sorprendente boda de Dembélé, en la que no había ni distancia ni mascarillas. Un brote de siete infectados por COVID tras las vacaciones navideñas significa, básicamente, que los jugadores han hecho vida normal, como si no existiera pandemia. Sin tener en cuenta las consecuencias. La prudencia debería ser la norma para evitar los contagios y mucho me temo que no ha sido así.
Todos tenemos la posibilidad de contagiarnos. Nadie es totalmente inmune. Pero cuando no tomas medidas de protección y arriesgas más de lo necesario, pasa lo que pasa. Ante la situación actual, el club debería imponer medidas más estrictas a sus futbolistas. Porque se corre el serio peligro de no tener suficientes jugadores para afrontar los próximos partidos. Especialmente si tenemos en cuenta que el viernes es Nochevieja… y ya sabemos todos cómo acostumbran a celebrarla la mayor parte de los deportistas. Lo peor está por llegar.
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