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No es un plato de lentejas...

Lluís Mascaró

Las lentejas son, como todas las legumbres, un alimento muy nutritivo, una excelente fuente de proteínas y de hidratos de carbono. Las lentejas son ricas en almidón y fibra. Por su bajo contenido en lípidos son recomendables para quienes quieren controlar su peso. Además de minerales como potasio, fósforo, calcio, hierro, magnesio y sodio, contienen también ácido fólico y antioxidantes. La lentejas destacan por ser un excelente remedio popular contra el estreñimiento, los trastornos de colon y las enfermedades cardiovasculares. Por todas las propiedades que poseen, las lentejas son muy recomendables para combatir el estrés, la depresión, el colesterol, la osteoporosis, la descalcificación de los huesos, la diabetes y la anemia. Un plato de lentejas, pues, vale su peso en oro.

Desprestigiar las lentejas no resulta muy inteligente. Y por eso me extraña que lo haya hecho Laporta, a quien considero un expresidente con un discurso estéticamente impecable. El ahora político independentista debería tener muchos más recursos para atacar a su enemigo Rosell que comparar el patrocinio de Qatar Foundation con un plato de legumbres. Porque los 171 millones de euros que ingresa el Barça por 'manchar' su camiseta con el logotipo de la fundación catarí no son, en absoluto, despreciables. A nadie le gusta que Messi exhiba publicidad en su pecho. Pero las necesidades económicas apremian. Y hay que cubrir el presupuesto. Por eso, después de más de un siglo de historia, la camiseta ha dejado de estar inmaculada.

El Barça es mucho más que un club por muchas cosas. Una de ellas es su carácter multidisciplinar. A lo largo de 113 años, el Barça ha sido, por encima de todo, un equipo de fútbol. En estos momentos, el mejor equipo de fútbol de todos los tiempos. Pero el Barça, deportivamente, es más que fútbol. Es basket. Es balonmano. Es hockey patines. Es, también, fútbol sala. Y mantener todas estas secciones, tan profesionales como financieramente deficitarias, cuesta dinero, mucho dinero. Pero a los culés nos gusta presumir de ellas. De los 14 títulos (16 si contamos la Lliga Catalana de basket y la Lliga dels Pirineus de balonmano) que se han cosechado a lo largo de esta temporada, un registro que ningún otra entidad del planeta puede alcanzar. Sin la aportación de Qatar Foundation tal vez algunas de estas secciones ya no existirían.

Yo, como la mayoría de los barcelonistas, prefiero una camiseta del Barça 'limpia¿. Donde el blaugrana brille como símbolo de un club especial. Pero un día aceptamos vender el uniforme a una multinacional que lo modifica, por cuestiones de marketing, cada temporada. Desde entonces ya nada es igual. Para lo bueno y para lo malo. Porque la camiseta del Barça es tan grande, es tan universal, es tan atractiva, que se puede 'traficar' con ella a cambio de grandes beneficios. Como hacen todos los clubs del mundo. Y no por un plato de lentejas, precisamente.