Saber perder, saber ganar

De un tiempo a esta parte han cambiado las tornas y el Barcelona parece haberle tomado la medida, y de qué manera, al Madrid de Carlo Ancelotti. Eso sí, lo tendrá que refrendar en el choque de semifinales de Copa del Rey del próximo día cinco de abril para que la felicidad sea completa.

Y, tras las últimas victorias del Barcelona, se ha abierto mucho debate y muchos comentario, pero poco reconocimiento por parte de muchos sectores a los éxitos del Barcelona.

Ya cuando osó ganarle al Madrid en su estadio, diezmado como llegaba, el debate fue más que el Barcelona había jugado a la defensiva y sin tener el balón que al hecho de que ante ese Barcelona disminuido el Real Madrid en el cómputo global del partido fuera incapaz de lanzar ni una sola vez a puerta en su estadio en la Ida de la Copa.

Xavi explicó con sinceridad que le habían metido en el campo propio y que no era esa la idea que tenía del partido. Reconoció el mérito del Madrid que les sometió durante muchas fases. Pero nada servirían sus palabras, el Barcelona había ganado así al Madrid y eso era imperdonable.

Y llegamos al domingo, con media liga en juego, o casi entera, y con un equipo que estaba obligado a ganar, el Madrid, para mantener algunas esperanzas aún de conseguir el título de la regularidad. Pues al contrario, parecía que el que estaba más obligado era el Barcelona, más ambicioso, más ofensivo durante muchas fases del choque.

Solo en el último cuarto de hora, y con los tardíos cambios de Ancelotti, el Real Madrid inquietó al Barça. E incluso en ese intercambio de golpes, el Barcelona también supo ser mejor y asestó un golpe mortal a la liga y a su eterno rival. Y eso duele. A lo que se ve y se lee, duele mucho.

Más que la autocrítica que explique porque el Madrid se ha dejado la friolera de 15 puntos con respecto al Barcelona en esta liga desde que le ganara en el Bernabéu, queda la jugada del VAR y el gol anulado a Marco Asensio. Gol en fuera de juego como se ha podido comprobar con cierta nitidez.

¿Dónde queda ese himno que dice: "uando pierde da la mano..."? Es verdad que tiene que dar rabia y coraje perder como perdió el Madrid. Víctima además de su propia medicina, con sus propias armas, apelando el Barcelona a la épica y ganando en la locura final del duelo, en el ida y vuelta, donde mejor se desenvuelve el equipo blanco. En el juego directo y las transiciones .

Pero, por una razón o por otra, cuesta reconocer que el Barcelona ha cambiado la tendencia del fútbol en la liga española y ha sido superior al Madrid en el marcador en los tres últimos choques directos.

Me gustaría que, aunque fuese una vez, casi sin querer, se le reconociera la victoria y la justicia en el éxito al que gana, aunque sea el Barcelona, algo tan bonito como saber ganar y saber perder. Es tan importante una cosa como la otra.