Con un par... De narices

¡Locura total en el Palau! Así fue el sufrido triunfo del Barça para igualar la final

¡Locura total en el Palau! Así fue el sufrido triunfo del Barça para igualar la final / Javi Ferrándiz

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Un triunfo para soñar. El Barca necesitaba esta victoria para deshacerse de la triste imagen que dio en el primer encuentro. Y no ha sido nada fácil. En los primeros minutos del duelo me dio la impresión de que estaba reviviendo un escenario conocido de pocas horas antes. Muchos nervios en los anfitriones, demasiados, y un horrendo tiro exterior.

Un 2-12, sin ninguna canasta en juego de los blaugranas, y muchos balones perdidos, hacía presagiar lo peor. Pero, esta vez sí, hubo una reacción en toda regla. No estoy hablando de una serie de jugadas maravillosas, ni de unos porcentajes brutales de tiro. El equipo cerró los puños, puso la directa en defensa y buscó a su rival en el cuerpo a cuerpo. Sin concesiones. El partido se igualó, aunque el Madrid, muy físico y con cambios defensivos, llevaba la iniciativa.

El 13-17 del primer cuarto fue una gran noticia para los blaugranas. La dureza, por parte de ambos conjuntos, no decayó en el segundo período. Y Saras, que llegó a poner hasta a tres bases al unísono, intentaba que sus hombres jugaran más rápidos. En el 5x5 posicional, el Barça sufrió, y mucho. Pero a la que corría, cogía a los blancos desprevenidos. Unos buenos minutos de Jokubaitis, Laprovittola, gran partido el suyo, Calathes y Smits, imprimieron carácter en la pista y lograron un esperanzador empate a 32 en el descanso.

Y llegó la locura colectiva. El Madrid no bajó el ritmo en la reanudación. Es más, creo que en el tercer cuarto aún fue más duro. Tavares y Yabusele hacían estragos cerca del aro, pero no era el equipo que hacía 48 horas lo anotó casi todo. A rebufo de los merengues, el Barça, de la mano de un Mirotic excelso, aguantó el tipo. Y remando, remando, llegó la primera ventaja de los blaugranas, y el Palau estalló.

Ni en los peores minutos del partido, el público se desanimó. El definitivo cuarto fue de traca. El Barca echó el resto. Su defensa estuvo al límite de todo, y el Madrid se desfondó, y empezó a protestar el arbitraje. El marcador se disparó a un 64-57 que pareció definitivo. Pero una falta de Mirotic a Yabusele, en un tiro de tres, acabó convirtiéndose en 4 puntos, tras capturar el francés el rebote ofensivo.

Esta jugada le dio aire al Madrid, que endosó un parcial de 0-8 a los blaugranas. El Palau se puso de los nervios. Fallos en los tiros libres por parte de los dos equipos, tensión y agresividad descontroladas, golpes a doquier, pero el Barça siempre llevando la iniciativa. Cara y cruz. Higgins anotó dos tiros libres, y Rudy cometió campo atrás. Se acabó. Pocas rotaciones por parte de los dos entrenadores. Por lesión, o por decisiones técnicas. Muchos jugadores no aparecieron, pero el duelo fue indescriptible. Sin duda, hay que felicitar al Barça.