El Palau fue testigo del milagro

El Barça remonta ante el Unics

El Barça remonta ante el Unics / TWITTER

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

UN INICIO DESCONCERTANTE

El Barça inició el duelo con una defensa muy pasiva que permitió al Kazan jugar con excesiva soltura y muchas situaciones de canastas claras. En especial, el Palau se reencontró con un Hezonja inmenso que presentó sus credenciales ante los seguidores culés. Los 28 puntos que anotó el equipo ruso en los primeros diez minutos lo dicen todo. Pero tampoco en el segundo cuarto la situación mejoró. No fue un problema de rebotes, ni tampoco de puntos. Pero sí de mentalidad y ganas y, por tanto, de fragilidad de ritmo, pérdidas de posesiones, puntos fáciles del rival y de una floja defensa. El Kazan no cuenta con muchos cm entre sus hombres y plantea sus ataques con un juego muy abierto, con constantes 1x1 o 2x2, que provocaron muchos problemas a los blaugranas. En defensa, el Unics jugó de manera agresiva para no dejar pensar a los blaugranas. Destacó la versatilidad y habilidad de Lorenzo Brown, la energía de John Brown y, en general, la iniciativa que desde el primer minuto del partido tuvieron los hombres de Perasovic. Por el contrario, el Barça no supo aprovechar situaciones interiores en ataque, excepto alguna pincelada de Davies, y hubo poca fluidez en todos sus ataques.

LO IMPOSIBLE SE HIZO REALIDAD

La fuerza de la implicación. No hay otra explicación. La remontada del Barça ante el Unics será una gesta que se mantendrá viva para siempre en la memoria de todos los culés. El Kazan perdió un duelo cunado lo tenía todo a su favor. Su superioridad en el tercer cuarto y parte del último fue aplastante. El partido parecía decidido. Pero entonces, como por arte de magia, el escenario dio un vuelco incomprensible. De la mano de un Exum inabordable al desaliento y un Mirotic desatado, el equipo fue, poco a poco, creyendo que el milagro era posible. Por supuesto, el Palau se sumó a la fiesta. El pánico escénico empezó a hacer mella en los jugadores rusos que, a buen seguro, ya sabían de lo que era capaz el Barça en su feudo. Todo y que los Brown seguían haciendo de las suyas y Canaan emergió, el partido ya había cambiado de dominador. Es cierto que, al final, la victoria se podía haber decantado por cualquiera de ambos conjuntos. Pero, los blaugranas supieron gestionar mejor las opciones, y hombres como Kuric y Jokubaitis también quisieron ser protagonistas. Mucho más que una victoria. El Barça es un equipo compacto, rocoso, que sabe lo que quiere y se siente superior a sus rivales. Y Saras tiene una buena parte de “culpa” de esta transformación.

EL BARÇA DEMOSTRÓ QUE EL VESTUARIO ES UNA “PINYA”

EL EQUIPO Y EL PALAU, UN TÁNDEM INVENCIBLE

No es un día para destacar a un solo jugador. El espíritu colectivo y el ímpetu del Palau volvieron a hacer historia. Al Baça creo que le tienen un respeto enorme sus rivales. No me extraña tras lo vivido ante el Kazan.

EL UNICS TUVO VÉRTIGO AL FINAL

Puede que especularan demasiado en el tramo final, o quizá les entró un cierto pánico, pero lo cierto es que echaron a perder una renta que parecía decisiva. No obstante, hay que reconocer que juegan muy bien y estarán entre los mejores.