Palancas

Asamblea extraordinaria de socios compomisarios del Barça

Asamblea extraordinaria de socios compomisarios del Barça / FC BARCELONA

Carme Barceló

Carme Barceló

Acudo al diccionario y busco la definición de ‘palanca’. Reza así: “Máquina simple, generalmente una barra, que apoyada sobre un punto sirve para levantar un peso con uno de sus extremos al aplicar una fuerza sobre el opuesto”. Y añade un ejemplo: “Abrieron la puerta con una palanca”. Inevitable pensar en el apellido del presidente del Barça traducido al castellano.

Sigo. La segunda acepción es la de “plataforma desde la cual los nadadores saltan al agua. La palanca es fija. El trampolín, no”. Interesante. Y nos queda una tercera que explica que “hacer palanca es ejercer fuerza sobre la misma”. De las que maneja el FC Barcelona, económicas todas ellas, no aparece nada.

Eso sí, el vicepresidente Romeu ha hablado en varios medios a pocos días de una asamblea absolutamente decisiva y trascendental para intentar explicar sin dar detalles de qué va la cosa. “Hacednos confianza”, pide el directivo cuando se le inquiere por los detalles de los acuerdos. También agradece no estar en la comisión deportiva, a la par que describe la situación financiera actual con cierto señorío y también contundencia sobre la herencia -valga el pareado- que recibieron de la anterior directiva.

Sin entrar a valorar la ausencia de ‘su’ Ferran Reverter, CEO de prestigio, recurre a la elegancia para evitar jardines incómodos. Que la gestión de Joan Laporta es absoluamente presidencialista y promociona la confianza en su gente por encima del valor profesional, es un hecho. Que es arriesgada, también. Pero el jueves es el día ‘D’ de las palancas y ese es el foco. Votos a favor, muchos. Votos en contra, pocos. Información: no sabe, no contesta. Necesidad: toda.

Este es el escenario a día de hoy, quince días antes de la icónica fecha del 30 de junio. Jugadores fichados a la espera de inscribirse, veteranos y capitanes reduciéndose el sueldo y regalándonos imágenes de compromiso y cracks como Lewandowski que confía plenamente en Mateu Alemany a la par que el Bayern hace su palanca para apretarle las clavijas al Barça.

No son los únicos. El ‘affaire Piqué’ da munición al enemigo. Es subirse a un taxi en Atocha o hacer ‘zapping’ a media tarde y sale el tema con mayor o menor clase. Como recordaba Joan Vehils en este diario el sábado, bastante antes de las ‘exclusivas’ sobre el asunto, lo que dijo Guardiola en su día: “Lo mejor que le había pasado a Piqué era empezar a salir con Shakira”.

Cierto es, como apuntaba mi compañero, que la estabilidad que la cantante le dio en aquellos años centró a un joven futbolista con más ganas de fiesta que de entrenar. Ahora, Gerard ya es un hombre maduro que no necesita a nadie que le controle, asesore o vigile. Todo depende de él. Su palanca es él mismo. Veremos si los números que le avalan esta temporada son suficientes para que abra una de las puertas que necesita el Barça para empezar bien la atípica temporada que se viene. A Xavi da la sensación que se le está acabando la paciencia. ¿Quién le hace confianza?