Opinión

Un país pendiente de tres chavales

Nico Williams y Lamine Yamal.

Nico Williams y Lamine Yamal. / EFE

Uno es menor de edad y los otros dos apenas han superado los 20 años. Son tres tipos queridos incluso por sus habituales rivales. Por un lado, están Lamine Yamal y Nico Williams y, por el otro, Carlos Alcaraz.

Los dos primeros centrarán la mirada de millones de aficionados al fútbol que han visto en ellos una nueva manera de vivir la vida. Lamine y Nico disfrutan jugando al fútbol, se lo pasan bien y transmiten alegría. No hay mala fe y se les nota todavía esa inocencia tan poco habitual entre la mayor parte de profesionales de este deporte. Respecto a Carlos Alcaraz, es la pura imagen del esfuerzo, sin perder la sonrisa. Otro deportista que disfruta más que padece mientras compite. Qué bonito es el deporte cuando no hay malicia de por medio.

Veremos qué ocurre a partir de las tres de la tarde en Wimbledon y de las nueve de la noche en el Olympiastadion de Berlín. El propio rey de España le comentó esta semana al futbolista del Barça, Gavi, en un acto celebrado por la Fundación Princesa de Girona, que se debatía entre viajar a uno u otro lugar. Finalmente, estará en Alemania.

El deporte español está permanentemente en los más alto y eso indica que algo se debe hacer bien pese a ciertas actitudes de algunos dirigentes. No solo en el fútbol y en el tenis estamos en los más alto. En motor, Jorge Martín, está luchando semana a semana por ganar el campeonato de Moto GP y en Fórmula 1, Carlos Sainz y Fernando Alonso están entre los elegidos. Y así en muchos deportes más.

Pronto llegan los JJOO de París y España tiene opciones de superar las 22 medallas de Barcelona 92. En fin, que hoy toca disfrutar de dos partidazos. El primero es de carácter individual y el segundo lo forman un grupo de futbolistas liderados por un entrenador que los conoce bien y que está sacando lo mejor de cada uno. Deseamos el doblete de victorias pero, de momento, ya están demostrando una nueva manera de competir. Sin agresividad y siempre con una sonrisa.