Oriol Romeu, fácil y difícil a la vez

Laporta da la bienvenida a Oriol Romeu

Laporta da la bienvenida a Oriol Romeu / Sport

David Bernabeu

David Bernabeu

Tras un proceso algo abrupto, marcado por la disparidad de relatos entre el Girona y el Barça, Oriol Romeu vive estos días en Los Ángeles el sueño que siempre quiso cumplir. Se marchó con 19 años taponado, como tantos otros, por Busquets, y vuelve para suplirle, contra todo pronóstico, más de una década después.

En la intrahistoria del fichaje se coló hasta el alcalde gerundense, Lluc Salellas, cuyo escaso tino le condujo a cuestionar la grandeza del Barça. “Qué siga así, que se irá haciendo pequeño”, dijo. Esa fue su respuesta a Joan Laporta, por haber pronunciado éste que contratar a Romeu era hacerle un favor al Girona. Otra declaración innecesaria. El equipo de Michel - él sí estuvo a la altura en el adiós de Romeu - tiene al City Group detrás, ha mejorado su paradigma económico y aspira, más que antes, a retener sus mejores futbolistas. Se entiende que eso no sentara bien, pero la respuesta la dió Pere Guardiola. No procedía que el alcalde se dedicara a intrusear.

Hubo secretismo hasta en la claúsula: 3´4 millones. No hay un sólo socio del Girona que pueda recriminar ese importe. Hace un año era impensable que Oriol alcanzara ese nivel y que las circunstancias le acercaran a Montjuic. Eso también se ha trasladado a la calle, donde se percibe cierta desconfianza hacia su perfil. Romeu es un futbolista infravalorado y creo, en contra de lo que algunos sostienen, que va a ser titular. Puede que un Barça solvente hubiera atacado otro mercado, pero en tiempos de entreguerras la apuesta es sensata.

En un modelo muy parecido, lideró al grupo defensivamente, en la salida del juego y exhibió un registro posicional casi a medida para Frenkie De Jong. Además, es de la casa, conoce el estilo y se cuida hasta límites obsesivos. Deberá asimilar el escaparate, donde medio error es una foto que da la vuelta al mundo. Pero a priori, la decisión era bastante más fácil de lo que fue ficharle.