La OPA hostil de Abramovich

El ejemplo. El 'tortazo' galáctico que se ha pegado Florentino Pérez es la mejor demostración de que un equipo campeón no se compra con dinero. El ya ex presidente del Real Madrid quiso fabricar un imperio futbolístico fichando los cromos más bonitos y más caros del mercado y al final ha tenido que rendirse a la evidencia de que más vale un proyecto sólido que un castillo de naipes. El, precisamente, que está considerado el constructor más poderoso de España... El caso de Florentino debería servir de ejemplo a todos esos nuevos ricos que quieren convertir el deporte en una especie de OPA hostil continuada. Como Abramovich. El acoso que el multimillonario ruso realiza sobre algunos jugadores es intolerable.

El compromiso. El Barça es el club que más está sufriendo las embestidas del propietario del Chelsea. El año pasado pretendió fichar a Ronaldinho y Deco y ahora -sobre todo después de que el conjunto blaugrana eliminara al de Mourinho en los octavos de final de la Champions- parece que sus predilecciones apuntan más a Márquez y Eto'o. Cuatro de los pilares del equipo de Rijkaard han sido tentados con ofertas estratosféricas y, hasta ahora, tanto los jugadores como el Barça han logrado resistirse. Los futbolistas, demostrando su compromiso con unos colores y con una manera muy especial de entender el deporte. Y el club, realizando un gran esfuerzo económico para mejorar los salarios de todos sus cracks.

La elección. De momento, podemos estar tranquilos. Abramovich no se llevará a ningún jugador del Barça mientras éstos no quieran. Y ellos, por ahora, no quieren. El club blaugrana tiene una proyección internacional mucho mayor que el Chelsea y su proyecto es más ambicioso y atractivo que el del conjunto inglés. El mundo entero se ha rendido al fútbol que practica el equipo de Rijkaard, mientras que el estilo de Mourinho no levanta, precisamente, pasiones. Si Ronaldinho, Eto'o, Deco, Messi y compañía desean hacerse aún más grandes, su mejor elección es, sin duda, el Barça. Si lo que pretenden es hacerse más ricos, que vayan a Londres. Pero, afortunadamente, éste no es el caso.