Estos niños son un ejemplo para los veteranos

El Barça ganó al Elche en los minutos finales del partido

El Barça ganó al Elche en los minutos finales del partido / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Xavi pedía una victoria. Era imprescindible ganar al Elche para empezar la remontada. El Barça necesitaba un triunfo reparador, que atemperara los ánimos y calmara las urgencias. Y los niños hicieron posible el milagro. La personalidad, el talento y el compromiso de los chavales están salvando al Barça. Ayer fueron los protagonistas de una victoria balsámica demostrando que este equipo puede que no tenga demasiado presente, pero sí mucho futuro.

El rendimiento de los canteranos Gavi, Jutglà, Abde y Nico ante el Elche fue, simplemente, espectacular. Poco más se le puede pedir a estos adolescentes. Lideraron al equipo con su entusiasmo y marcaron los tres goles que dieron un triunfo vital. Fue emocionante ver como el Camp Nou (los apenas 41.000 espectadores que acudieron al encuentro) se rindieron al trabajo de estos niños que sí sienten los colores, sí respetan la camiseta, sí aman al Barça…

Son un ejemplo para muchos que no merecen vestir de blaugrana. Estos chavales (junto a Pedri y Ansu ) son los pilares sobre los que Xavi debe edificar su nuevo proyecto. Es verdad que todo su esfuerzo estuvo a punto de venirse abajo por culpa de la fragilidad defensiva y la desconcertante actuación (una más) de Ter Stegen. Y eso es lo que Xavi deberá arreglar de forma inmediata. Se ganó por el ímpetu de los niños, pero los mayores volvieron a fallar.

REFERENDUM TRASCENDENTAL

Tan importante como la victoria de ayer es el trascendental referéndum de hoy. Porque está en juego el futuro del Barça. Está en juego la viabilidad del club. Los socios deben aprobar, en una votación telemática histórica, la financiación del Espai Barça. Un crédito de 1.500 millones de euros para construir un nuevo Camp Nou, un nuevo Palau y un Campus que debe ser un referente en Europa. El viejo estadio se cae (literalmente) a pedazos. Y se necesita uno nuevo para generar esos ingresos extraordinarios (se calcula que unos 200 millones anuales) para poder competir con los clubs más ricos.

Sin Espai Barça no se podrá crecer. Ni económica ni deportivamente. Y eso significaría caer en la segunda división del fútbol mundial. A los que se posicionan públicamente contra el Espai Barça por su elevado coste les recuerdo que peor será convertirse en un club eternamente arruinado y condenado a la mediocridad. Por lo tanto, votar SÍ es votar por un futuro mejor.