Ni Messi pudo arreglar el invento de Valverde

Messi empezó en el banquilllo y solo jugó la última media hora

Messi empezó en el banquilllo y solo jugó la última media hora / EFE

Lluís Mascaró

Valverde arriesgó mucho, muchísimo, con un equipo repleto de suplentes. Había dejado en Barcelona a PiquéSergio Busquets e Iniesta (más Rakitic, operado de un dedo de la mano) y, no conforme con eso, también dejó en el banquillo a Sergi RobertoUmtitiJordi AlbaMessi Luis Suárez. Nueve titulares fuera del once. Una rotación 'a lo bestia' como hacía mucho tiempo que no habíamos visto. Pensando, claro está, en la final de Copa del sábado.

Reservar a tantos futbolistas es un peligro. Enorme. Sobre todo cuando está en juego la Liga. Es verdad que el Barça es casi casi campeón. Pero, antes del duelo con el Celta, le faltaban 7 puntos para serlo matemáticamente. Y buscar la victoria con toda la segunda línea, sabiendo el más bien pobre resultado que han dado estos jugadores a lo largo de la temporada, se antojaba una auténtica locura. Si Valverde quería ganar en Balaídos, buscó el camino más difícil de conseguirlo.

Tan difícil que fue imposible lograr la victoria. Y a punto estuvo de llegar la primera derrota de la temporada. Porque ni siquiera Messi, que salió en la última media hora, pudo arreglar el desaguisado blaugrana. El Barça estuvo casi todo el partido a merced de un Celta que tuvo en Iago Aspas a un auténtico martirio para la débil defensa culé. El empate fue, sin duda, un mal menor. Se sumó un punto más (solo faltan 6 para ser campeones) y se salvó el récord de imbatibilidad.

El 'invento' de Valverde demostró, una vez más, que el fondo de armario del Barça no está a la altura de lo que necesita un equipo que aspira a ser campeón de todo. Y esa ha sido, probablemente, una de las claves del KO en la Champions. Pero eso ya es otra historia...

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