Opinión

Messi, el más listo; Neymar, el perdedor

Leo Messi sigue sin fallar a la cita con el gol en el Inter Miami

Leo Messi sigue sin fallar a la cita con el gol en el Inter Miami / AFP

Messi y Neymar son amigos pero se parecen en pocas cosas. El argentino ha sabido dirigir con inteligencia su carrera deportiva mientras que el brasileño ha arruinado la suya. Leo vive por y para el fútbol mientras que Ney es amigo de la noche y la fiesta. Uno piensa en títulos y el otro en dólares. Las consecuencias a la vista están. El campeón del mundo ha llegado a lo más alto; el aspirante a nada, ha caído en la mediocridad. A la hora de firmar su último contrato importante tras su triste paso por París, tampoco han coincidido, tienen intereses contrapuestos.

Eligiendo el Inter Miami, Messi ha demostrado ser el más listo de la clase. En Arabia Saudí le cubrían de oro y le prometieron todos los lujos. No cayó en la tentación de los petrodólares, prefirió elegir un lugar donde su familia fuera feliz. Renunció a un contrato estratosférico pero a cambio su mujer y sus hijos viven en un país donde hay libertad. A la larga ganará más en el fútbol americano a través del patrocinio, ya que Apple y Adidas estudian fórmulas para generarle ingresos comerciales que pueden ir mas allá de su etapa de futbolista. Por lo que estamos viendo en los primeros partidos, Leo ha acertado de lleno. Gana partidos, popularidad y prestigio. Las audiencias televisivas se han multiplicado por cuatro y el precio de las entradas ha crecido en la misma proporción.

Neymar es la otra cara de la moneda, a nivel deportivo es un claro perdedor. Su prestigio cotiza a la baja, aunque le queda el consuelo de que su cuenta corriente crece de forma espectacular. Ha fichado por un equipo que hace seis meses ni conocía. Compite en una Liga de tercer nivel. Vive en un país donde el alcohol, el sexo y las mujeres son tabús. Tendrá que esconderse en casa para cometer los excesos que tanto le gustan. Ha exigido una mansión de mil metros cuadrados y un avión particular para sus viajes. Ney pasará a la historia como un crack frustrado, el personaje ha matado al futbolista. Se olvidó de su sueño de volver al Barça tan pronto le pusieron delante 160 millones de dólares. Afortunadamente. Xavi no lo quería ni en pintura.

A Messi en Miami se le ve feliz y contento. Marca goles en todos los partidos, ha resucitado al Inter y la MLS se codea en las portadas con la NBA. En compañía de Sergio Busquets y Jordi Alba ha conseguido cumplir su sueño americano. Lleva a los niños al colegio, acompaña a Antonela al súper y coincide con las estrellas de Hollywood en los mejores restaurantes de Florida. Mientras tanto, Neymar vive como un mercenario de oro.