La mejor versión de un Athletic muy mejorado

Muniain recibe la felicitación de sus compañeros

Muniain recibe la felicitación de sus compañeros / EFE

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Mejoría espectacular. Ni el propio Marcelino podía imaginar la gran evolución experimentada en el Athletic en tan poco tiempo. Derrota inicial ante el Barça y 4 victorias consecutivas con titulo incluido. Y es que el Athletic tiene una marcha más, se han soltado sus jugadores, como si se hubiesen quitado de encima una losa enorme, fruto de una revolución mental que se ha reflejado también en una mejoría física. Provocada, eso sí, por la llegada de un nuevo técnico al banquillo, ya que los jugadores que forman el once titular vienen a ser más o menos los mismos y el sistema de juego muy parecido.

En cambio, Unai Simón ya no comete errores, Capa ha recuperado su potencia, vemos a un brillante y muy participativo Muniain, Dani García vuelve a ser un seguro, Williams renace y Raúl García rejuvenece cara al gol. El Athletic no solo ha tumbado a los dos grandes -Real Madrid y Barça-, sino que le ha endosado 5 goles al Getafe, que dudo que haya en la época Bordalás algún equipo que lo haya conseguido. Repito, Marcelino ha cambiado pocas cosas visualmente; del 4-2-3-1 a su ya característico 4-4-2, con los mismos jugadores, excepción de De Marcos. Este pequeño detalle y su discurso han bastado para cambiar de forma radical la convicción y la creencia en lo que están haciendo sobre el verde césped. Los futbolistas ahora son más agresivos sin balón, vuelven a tener gran importancia los centros y las llegadas por bandas para finalizar con remates de cabeza, aspecto éste que durante muchos años fue esencial en el juego del Athletic y que parece haberse recuperado. Los resultados espectaculares saltan a la vista.

UN 4-4-2 ASIMÉTRICO

En la filas del Athletic, la banda derecha nada tiene que ver con la izquierda. Por derecha, Capa y De Marcos, como antes hicieron Iraola y Susaeta, y otras parejas que les antecedieron, buscan desdoblamientos constantes para llegar con profundidad a la línea de fondo y nutrir de buenos centros a sus delanteros. En cambio, por la izquierda, la pareja Balenciaga/Yuri y Muniain ofrece unas prestaciones muy diferentes. Muniain parte de la banda hacia el centro para participar más que nunca del juego interior, para elaborar juego, intentar filtrar pases y llegar a finalizar, dejando la banda totalmente libre para el lateral que es el que debe incorporarse y dar profundidad. Estamos probablemente ante el mejor Muniain en mucho tiempo.

En el eje defensivo, Yeray e Iñigo Martínez -con Núñez en la recámara-, no dudan en saltar línea para perseguir y anticiparse al atacante que baja a recibir. Ambos van muy bien en el juego aéreo ofensivo y defensivo, y son los que lanzan en muchas ocasiones los pases largos en busca de la prolongación de Raúl García o Williams y las segundas jugadas en ataque que se generan a continuación.

Dani García vuelve a ejercer de pivote y sostén defensivo. Experto a la hora de recorrer a las faltas tácticas necesarias y toda una garantía en sus constantes ayudas a los centrales. A su lado, Unai Vencedor intenta organizar y enlazar con Muniain o Raúl García en la línea más avanzada. Williams intenta atacar los espacios aprovechando su gran velocidad, lo que le convierte en muy peligroso en todas las acciones que se organizan a la contra. En resumen, un bloque muy compacto, con jugadores rayando a gran nivel y con una moral por las nubes.