Malditas selecciones

Jules Koundé se lesionó jugando con la selección de Francia

Jules Koundé se lesionó jugando con la selección de Francia / AFP

Ferran Correas

Ferran Correas

El Barça iba como un tiro hasta que llegó el parón de selecciones. Cinco victorias y un empate en la Liga y una victoria y una derrota en la Champions, derrota a la que no se le dio demasiada importancia por el buen nivel mostrado por el equipo en Múnich contra el Bayern, uno de los grandes de la competición, en un partido en el que los blaugrana merecieron mucho más.

Pero llegó el parón y todo cambió. Las lesiones de jugadores importantes cambiaron la dinámica del equipo de Xavi. Especialmente las de dos puntales como Jules Kounde y Ronald Araujo, dos futbolistas que dotan al equipo de un plus en defensa y que imprimen mucho carácter al grupo. Si a estas dos lesiones se le une la de Andreas Christensen, el drama ya es total. Se vio en la segunda parte contra el Celta y en el desastre del miércoles ante el Inter. Con tanto defensa lesionado, el considerado quinto central para Xavi ha pasado a tener protagonismo, quedando claro que el técnico de Terrassa tenía razón, que Piqué no está para jugar contra grandes equipos. El catalán se sabe vulnerable sobre el campo con espacios a su espalda. No ahora, ya hace varias temporadas. Y da siempre unos cuantos pasos atrás obligando al equipo a recular con él. La consecuencia es que el equipo se parte, deja de dominar el partido, de tener el control y se convierte en asequible para rivales con un mínimo de calidad. Otra consecuencia es que con el equipo partido y jugando a idas y venidas, también sufre Sergio Busquets, otro de los señalados tras el partido contra el Inter. El de Badia está todavía para ser titular en el Barça en muchos partidos, pero siempre con las líneas juntas. En escenarios de correcalles y contra equipos capaces de imprimir un ritmo alto al juego, no tiene sentido que esté sobre el verde.

Piqué y Busquets, señalados. No deja de ser curioso que a ambos los señalase también el presidente Joan Laporta en la pasada Asamblea de Compromisarios por no haberse querido bajar el sueldo el pasado verano. Qué lejos quedan las palabras del central ofreciéndose a dejar el club si su marcha era parte de la solución a los males del Barça. 

Una lástima su decisión de quedarse cuando Xavi le avisó que no entraba en sus planes y que lo mejor era que buscase una salida. Porque, entre otras cosas, puede dilapidar en poco tiempo lo mucho que le ha dado al Barça el que ha sido uno de los mejores centrales de la historia del club, sino el mejor.

Para el clásico puede volver Kounde y Piqué regresará al banquillo. Seguro que las prestaciones defensivas del equipo mejorarán. Nunca se sabrá que hubiese pasado ante el Inter con él y Araujo. Sin aquel maldito parón de selecciones.