La mala salida de Ousmane Dembélé

Pese a las prisas del club azulgrana en saber el futuro de Dembélé, el francés no tiene urgencias en dar una respuesta a su oferta de renovación y, como el jugador tiene la paella por el mango, el Barça deberá conformarse con lo que llegue. El club esperaba saber algo antes de ayer, que era la fecha límite a su ultimátum,  pero... El Barça está en sus manos, mal asunto al tratarse de un jugador que en su pasado ha demostrado vivir más pendiente de sus necesidades que de las de gente que le rodea. En 2017, siendo un amateur, se negó a presentarse a un stage en Alemania con el primer equipo del Rennes para forzar su salida al Salzburgo por 2,2 millones de euros. No lo logró en ese momento, sino que tuvo que esperar un año más antes de ser traspasado al Borussia Dortmund en unas condiciones algo más favorables para el club francés que las del verano precedente. En el Borussia estuvo solo una temporada y, pese a vivir en una casa alquilada propiedad de su entrenador, se negó a participar en la segunda pretemporada para forzar su salida al Barcelona. Se declaró otra vez en rebeldía, no se personó a los entrenamientos durante 15 días, el club no podía localizarle hasta que el Borussia aceptó el traspaso al Barcelona. Tiene solo 24 años y un amplio historial a sus espaldas de incidentes agrupados por un mismo leitmotiv: antes él que el club que le paga. 

Dicho esto, poco puede esperar el Barça que no sea una sonora derrota. Eso, si Ousmane decide dar una respuesta a la propuesta azulgrana, pues hay que tener en cuenta que, tal y como avanzamos en SPORT, el jugador y sus agentes creen que la pelota está en el tejado del Barça y esperan del club una nueva oferta. El Barça, por su parte, cree que la pelota está en el tejado del jugador, que debe dar una respuesta a lo expuesto en la última reunión. En esta tesitura, Dembélé bien podría esperar a finales de junio a responder al Barça... El caso es que la renovación estaba atada hasta que al Barça se le ocurrió fichar y presentar a Ferran Torres antes de tener la firma de Dembélé, un error que puede costarle muy caro, pues puede provocar la salida del francés a coste cero. Ya será el segundo jugador que abandona el Barça contra la idea inicial de los gestores. El primero fue Messi; el segundo puede ser Dembélé. Veremos qué pasa con el francés.