Luuk evitó el KO en un derbi muy intenso

Luuk de Jong salvó un punto para el Barça

Luuk de Jong salvó un punto para el Barça / LALIGA

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Puro vértigo en el arranque del derbi. No se había cumplido el minuto 2 y el Barça ya mandaba en el marcador tras el gol de Pedri. Todo invitaba a un partido más plácido de lo previsible para los azulgrana. Nada más lejos de la realidad.

El Barça fue incapaz de articular posesiones largas para acentuar su control de balón e imponer el ritmo de partido que más le interesaba. La intensidad en la presión del Espanyol provocó nervios, tensión y múltiples protestas.

Es cierto que gracias a Adama, otra vez el delantero más incisivo, se generó la opción del segundo gol, pero ni el propio Adama ni Ferran Torres estuvieron acertado ante el marco de Diego López. Por contra, el Espanyol, en un alarde de fe y en una de sus pocas llegadas al marco de Ter Stegen, devolvió el equilibrio con un gran remate de Darder.

Milagro final

El Espanyol supo afrontar con mucho más aplomo e ideas claras la segunda mitad del derbi. El baile de cambios y los reajustes en el dibujo táctico aplicados por Xavi parecieron descentrar en muchos momentos a un Barça desdibujado y atolondrado por momentos. De Tomás aprovechó las facilidades defensivas azulgranas para dar la vuelta momentánea al marcador.

Al final, y con cinco delanteros azulgrana sobre el terreno de juego, tuvo que ser el goleador que nadie quería, Luuk de Jong, el que salvó los muebles y evitó una posible derrota muy dolorosa para el Barça en el derbi.

Un dato preocupante: en muchos lances de un derbi tan intenso como el de anoche, el equipo dio sensación de carecer de oficio, ya fuera para gestionar el gol inicial o para encarar los minutos clave en la recta final del encuentro.