Opinión

Llegó el momento de demostrar que el Barça también es un club vendedor

Laporta: "Xavi es una persona clave en el proyecto deportivo del Barça"

Xavi elogia la labor social y la implicación de Xavi en el Barça y recuerda la importancia de su figura deportiva en el club / FCB

De cara a la próxima temporada el Barça se encuentra en una encrucijada financiera que obliga a tomar drásticas medidas. Históricamente el club se ha distinguido por su política de no vender titulares, pero las circunstancias actuales exigen la adaptación a la nueva realidad. Las dificultades económicas vividas en los últimos años y la prioridad de cumplir el fair play financiero que exige la Liga, obligan a experimentar nuevas estrategias si el club quiere reforzarse con buenos fichajes el próximo verano.

Ya no quedan palancas por activar y la directiva se ve en la necesidad de contemplar el traspaso de jugadores de renombre internacional. La urgencia de generar ingresos a corto plazo explica que se escuchen y analicen las ofertas que reciben por sus valiosos activos deportivos. Ha llegado el momento de demostrar que el club sabe vender bien para invertir en jugadores con más futuro.

Hasta ahora, el Barça ha sido un club formador y de retención de talento. La sostenibilidad financiera y la necesidad de competir en la élite del fútbol mundial obligan a modificar el carnet de ruta. Partiendo de la confianza en la prolífica cantera, eje vertebrador del futuro del club, la dirección deportiva tiene que marcar el nuevo rumbo a seguir. Los jugadores de La Masía son intocables: Gavi, Pedri, Lamine Yamal, Cubarsí, Fermín, Fort y Balde constituyen la base de un gran equipo de futuro.

A ellos se deben añadir profesionales de probada eficacia como Ter Stegen, Gundogan y Lewandowski que no tienen sustituto. Quedan al margen una serie de buenos jugadores que podrían encontrar salida si llega una oferta millonaria: Raphinha, De Jong, Araujo y Koundé. Jugadores considerados en su día como inversiones a largo plazo pero que no han cumplido las expectativas o, en su defecto, porque pueden tener sustituto de la cantera.

No es una decisión fácil pero puede llegar a ser irreversible, un cambio significativo en la cultura del club. La realidad del futbol moderno pasa por un primer mandamiento, la viabilidad financiera es vital, obligatoria. De aquí a final de temporada veremos que necesidades se generan. Si el equipo eliminara al PSG y llegara a la final de la Champions, probablemente con un solo traspaso sería suficiente. Si cae en cuartos y quema sus posibilidades de luchar por la Liga en el Bernabéu, habría que ejecutar un plan más agresivo.

Lo que suceda en las próximas semanas será determinante, el equipo de Xavi todavía tiene posibilidades de salvar la temporada o por el contrario, caer en el pozo. Los resultados deportivos pueden ayudar a que se cumpla el presupuesto, pero el déficit económico que arrastra la entidad es de tal volumen que ya no se arregla con paños calientes ni juegos malabares.

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