Opinión

Llegó la hora de hacer inventario

Deco lidera el proyecto deportivo de Laporta

Deco lidera el proyecto deportivo de Laporta / FCB

Xavi es consciente de que el Barça no puede fichar, lo dijo abiertamente en rueda de prensa tras caer ante el Real Madrid en la Supercopa. Lo sabe porque el club así se lo ha comunicado y porque Deco dijo lo mismo antes del partido. Ni hay dinero ni hay encaje en el límite salarial de LaLiga. De hecho, Vitor Roque no habría podido ser inscrito sin la grave lesión de Gavi. El club vive instalado en un quiero y no puedo constante ante el que ha reaccionado a golpe de palanca.

Desde que Laporta regresó a la presidencia, y tras salvar también sobre la bocina el tema de los avales en una muestra de la improvisación patológica que estaba por llegar, todos los fichajes realizados se han hecho gracias a la venta de patrimonio. Y no han sido pocos porque, pese a las dificultades económicas, del primer once con el que Xavi debutó ante el Espanyol (Ter Stegen, Mingueza, Piqué, Eric, Jordi Alba, Busquets, De Jong, Nico González, Gavi, Memphis e Ilias Akhomach) solo siguen cuatro futbolistas de blaugrana y dos están lesionados. Si ampliamos a toda la plantilla, ahí están Pedri, Araujo, Balde, Sergi Roberto e Iñaki Peña. 

Òscar Hernández, Xavi Hernández y Sergio Alegre, en el banquillo del campo del Barbastro

Òscar Hernández, Xavi Hernández y Sergio Alegre, en el banquillo del campo del Barbastro / Javi Ferrándiz

Sin entrar en la inversión económica realizada, muy importante, el proyecto parece haberse instalado en una compulsiva obsesión por reforzar al equipo que contradice absolutamente el momento financiero que atraviesa el club. El “no podemos fichar” que Xavi y Deco expresaron es tan válido hoy como lo era ayer. La única diferencia es que ayer el patrimonio permanecía intacto y hoy está más comprometido que nunca, lo que coarta la capacidad de maniobra de la dirección deportiva y maniata la capacidad de crecimiento deportivo del técnico. Este momento tenía que llegar.

Ante un panorama así, seguir insistiendo en un pivote, un lateral, un extremo o cualquier posición que se pretenda reforzar es pensar en cenar en el Celler de Can Roca cuando solo hay dinero para comerse un frankfurt. Xavi necesita abrir la nevera, ver lo que tiene y cocinar la mejor receta posible con ello. El club, por su parte, debería hacer un inventario de todo lo que está en su mano (jugadores actuales, cedidos y cantera) y huir de la tentación que supone seguir vendiéndose a sí mismo para incorporar futbolistas que no garantizan nada. Seguir alimentando ese círculo vicioso no tiene ningún sentido porque el Barça, lejos de mantener su grandeza, la empequeñece con futbolistas cuyo cartel está muy alejado de los grandes objetivos de los grandes clubs, incluido el propio Barça. Si no puedes ir a por Haaland ni Mbappé, no hace falta ir. Si el éxito del proyecto se basa solo en sumar hipotecas, es que no hay proyecto.