Un poco de 'Lewy' y mucho de Frenkie

De Jong, en Pamplona

De Jong, en Pamplona / J. Ferrandiz

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Otra vez con sufrimiento, teniendo que sacar todo el carácter de equipo que no baja nunca los brazos, el Barça sacó los tres puntos de un campo siempre difícil y ante un rival duro de pelar.

De hecho, el equipo azulgrana ganó más por carácter que por juego, que se limitó a detalles puntuales, como el del excelente pase de De Jong a Lewandowski que provocó el penalti que, a la postre, acabaría decidiendo partido.

El conjunto de Xavi se está acostumbrando a ganar a base de luchar, sufrir y resistir; de defender con las líneas bien ordenadas y los jugadores en modo máxima concentración. Es un valor que ya la temporada pasada le dio réditos y que en este arranque de temporada se puede confirmar que no ha perdido.

Un gol a balón parado a la salida de un córner que Koundé remató de cabeza, luego muchos minutos de picar piedra y finalmente lo más importante: capacidad de reacción tras encajar el gol de Osasuna y, en una acción de calidad entre De Jong y Lewandowski, generar un penalti que el polaco transformó en tres puntos.

HAY QUE MEJORAR. Evidentemente, estamos hablando de una gran victoria, pero también es cierto que el equipo debe mejorar para no estar siempre colgado de cualquier imponderable que le cueste puntos. Estamos hablando de controlar más el partido, de imponer su calidad, de tener más posesión de balón y así contener al adversario.

Al equipo le sigue faltando fluidez, combinar con más rapidez para sacar al rival de sus posiciones. Es el Barça el que ha de marcar el ritmo del partido y no al revés, como sucede en algunas fases de los encuentros.

Al respecto, es evidente que acusa la ausencia de Pedri y la falta de adaptación de Gündogan. Menos mal que De Jong está inconmensurable y ayer fue el faro del equipo y el que conectó con Lewandowski, que sigue apareciendo poco pero que en la que tuvo supo sacar un penalti y, después, transformarlo.

Con la incorporación de Cancelo, que ya demostró ayer su buen pie para los centros, y de Joao Félix, que tuvo pocos minutos pero del que se espera luz para el último pase, es de esperar que el equipo vaya a más.