¿Qué le pasó por la cabeza a Lance Armstrong?

El documental 'Lance' indaga en la fascinante personalidad de uno de los grandes fraudes del deporte

'Lance', el documental

Lance, el documenal / Movistar+

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Puede que el hombre sea un lobo para el hombre. Puede que todos tengamos un pedacito de Lance Armstrong que nos impulse a querer ganar a toda costa.

Que mentir sea una de las primeras cosas que aprendemos ya deja entrever que damos bastante asco como especie. 

Lo pensé el otro día compartiendo mesa con padres desde mi cómoda posición de eterno viejoven. Mientras nosotros tomábamos un vermut, a pocos metros, se libraba una batalla sin cuartel por el mando de un coche teledirigido y dos minibicis. 

El que diga que el hombre es bueno por naturaleza no ha tratado con dos niñas de cuatro años. Las mismas que hacía solo unos segundos tramaban el robo del siglo ahora negaban la mayor a sus padres con una actuación de método.

Los adultos se pasan media vida engañándose a sí mismos y la otra regañando a sus hijos por decir mentiras. 

El autoengaño es un valioso recurso para la supervivencia. Resulta mucho más recomendable que compadecerse de uno mismo.

A la gente autodestructiva le sobra indecisión y sentimiento de culpa. A los que dominan el mundo, afán de poder y excusas para la crueldad.

Se lo leí hace poco a Bill Murray: “El problema del mundo es que la gente inteligente está llena de dudas mientras que los bastardos están llenos de confianza”. 

En general los grandes cretinos no viven atormentados. No hay en ellos mucha autocrítica, solo audacia para salirse con la suya y grandes dosis de autoengaño. Esto último no es exclusivo de la mala gente.

Ya lo dice Woody Allen: enfrentarse cara a cara con la vida no es una experiencia nada agradable. Ser feliz implica tener talento para contarse mentiras. Y Lance Armstrong fue un genio en eso.

Engañó a todo el mundo y se creyó sus mentiras. Lo suyo fue de película. Y lo creímos porque todos necesitamos algún cuento de hadas de vez en cuando para no perder del todo la fe. 

La serie 'Lance' (Movistar+) indaga en la fascinante personalidad de uno de los grandes fraudes de la historia del deporte

Queda claro viendo la excelente serie documental ‘Lance’ (Movistar+). Armstrong entiende que haya gente que siempre lo verá como un fraude, pero no hay en él indicios de arrepentimiento.

Lo que vemos es a un profesional del deporte y la manipulación hablar con una naturalidad sobrecogedora de las prácticas de dopaje

En ningún momento vemos a un tipo derrotado. Y sí a una persona que detesta la fragilidad de los otros, que encarna la figura del macho alfa y que está dispuesto a todo para ganar. También a usar el cáncer como escudo o a la gente para sus intereses. 

Lance es un individualista radical. Alguien despiadado con los que se interponen en su camino que siempre confiará antes en sí mismo que en los demás. 

La mejor frase es suya. “Es un milagro que no sea un asesino en serie”. Pero el documental también nos recuerda que siempre hay una gama de grises en cualquier historia.

¿Hay que cargar todas las tintas en Armstrong o fue el chivo expiatorio de un sistema podrido y un doping sistematizado? ¿Sus mentiras desacreditan el trabajo de años de su fundación contra el cáncer? 

Lo resumió bastante bien Tocqueville hace ya algunos siglos. “No es la inmoralidad de los grandes hombres lo que debería infundirnos temor, sino el hecho de que sea esta la que, con tanta frecuencia, permita a los hombres alcanzar la grandeza”. 

El reverso de la NBA

“El baloncesto es como cualquier otro deporte, otro teatrillo humano. Eso me apasiona porque vincula el deporte a lo literario”.

El que habla es el periodista Gonzalo Vázquez, que dirige junto a Andrés Monje ‘El Reverso’, un podcast dedicado a la NBA. Pero no uno cualquiera.

'El Reverso' (el podcast)

'El Reverso' (el podcast) / NBA

Lo que encontrarás aquí son capítulos de una hora que ahondan con obsesión por el detalle en las grandes historias de la NBA. O mejor dicho: en el reverso o la intrahistoria de los deportistas de la liga.

Este es un programa que va a contracorriente. Que no se obsesiona con la actualidad ni busca un titular que se haga viral. Y que, como ocurre muchas veces en la literatura, encuentra en las derrotas las mejores enseñanzas.