Laporta, venciendo al tiempo

Joan Laporta se ha instalado en el futuro aun sacrificando parte del presente

Laporta, en el almuerzo con los medios

Laporta, en el almuerzo con los medios / EFE

Lluís Carrasco

Lluís Carrasco

Hoy, más que nunca, el Barça se balancea en un columpio frágil, constante e implacable entre el pasado más reciente, el presente más cruel y el más relumbrante futuro.

Del pasado, todo se sabe: Una gestión nefasta, un legado envenenado y un resultado que hoy no está instalado de forma perenne en los juzgados, solo por aquello de que, al presidente, eso de ver a su Club entre abogados y fiscales, intereses y vergüenzas, le produce una urticaria insoportable aun sabiendo que existen socios necesitados de penas, culpas y culpables.

El presente no resulta mucho más halagüeño. Fruto de ese pasado, con recortes en todas las secciones, algún desequilibrio estructural importante y un primer equipo físicamente titubeante, a veces pusilánime y en muchos casos novicio, con un entrenador que muy a nuestro pesar no ha sido capaz de encontrarle el tesón, la productividad y la belleza encomendada, vamos dando bandazos a la espera de que llegue de una vez un futuro que, cada día veo más claro, es en realidad el gran objetivo del actual máximo mandatario.

Efectivamente, creo que Laporta se ha instalado en el futuro aun sacrificando parte del presente, y lo hace consciente de que solo la proyección de ese porvenir puede enderezar en realidad nuestro día a día. Hoy el Barça es básicamente la incansable construcción de su perdurabilidad, la gestión de su horizonte y la gestación de su mañana.

Con la renuncia de Xavi, se ha activado la búsqueda y captura de una pura sangre para el banquillo que haga olvidar los errores del pasado, sacuda la dejadez y apatía que desprenden algunos jugadores y haga temblar a los rivales que en otros tiempos no solo nos respetaban, sino que nos temían, con un nuevo modelo de experiencia y excelencia.

El futuro también nos regalará madurez, no para la entidad que va sobrada, sino para una generación de futbolistas del todo deslumbrante que se mueve hoy sobre el césped entre los 16 y los 20 años y que, cuando la mayor obra de la historia del Futbol Club Barcelona esté acabada, entrarán en ella como auténticos antílopes en los años más brillantes de sus carreras. Y finalmente la gran catedral del futuro: El monumental Spotify Camp Nou y toda la reordenación de un “Espai Barça” llamado a ser no solo uno de los pilares de actividad comercial, ocio y negocio de la ciudad, sino todo un símbolo de nuestra cultura y nuestro país

Ahora, mientras el reloj sigue su marcha implacable, Laporta es el viajero del tiempo tejiendo proyección a cada instante de sus eternas jornadas laborales. En realidad, ¿Qué es el tiempo para alguien que está construyendo legado? ¡Solo otro desafío esperando ser conquistado!

Y mientras, como un sacrificio, el presente desnuda nuestras miserias mientras conquistamos cada nuevo minuto como una victoria con un solo objetivo: Vencer al tiempo.

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