Laporta no renuncia a la Superliga

Florentino, Reichart y Laporta, en el desayuno informativo de la Superliga

Florentino, Reichart y Laporta, en el desayuno informativo de la Superliga / VALENTÍ ENRICH

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça no se baja del barco de la Superliga. Sigue apostando fuerte por la competición que considera será la salvación económica del club blaugrana en particular y del fútbol europeo en general. A pesar del revés que supuso el dictamen (no vinculante) del abogado general de la Unión Europea, que dio la razón a la FIFA y a la UEFA en su intención de sancionar a los clubs que participen en el nuevo torneo. El Barça sigue convencido de que el Tribunal de Justicia de la UE permitirá finalmente que los clubs europeos puedan gestionar su propio destino y avalará la Superliga. Para la sentencia quedan unos tres meses, en los que el Barça seguirá, junto al Madrid y la Juventus, impulsando el proyecto. De hecho, la presencia de Laporta y Florentino en la conferencia que el CEO de A22 Sports Management, Bernd Reichart, dio ayer en la capital española es la demostración más clara de su apoyo al torneo.

La Superliga sigue muy viva, aunque muchos ya la den por muerta y enterrada. Laporta es optimista. Muy optimista. Sabe que los ingresos procedentes de esta competición (se calcula que el campeón podría llegar a percibir 300 millones de euros y hay 1.000 millones a repartir entre los fundadores) darían oxígeno económico al Barça y le ayudarían a convertirse en un club financieramente sostenible. Pero Laporta también es consciente de la enorme dificultad del proceso y entiende que la solución final pasará por un pacto entre los impulsores de la Superliga y la UEFA para construir una nueva Champions. 

Los nueve clubs que se desmarcaron del proyecto después de su polémico inicio (recordemos la surrealista presentación de Florentino en un programa de televisión nocturno muy afín al presidente del Madrid y el posterior cruce de comunicados de madrugada) no han abandonado oficialmente la Superliga. Para hacerlo, deberían pagar una indemnización millonaria. Y no lo han hecho. Simplemente han dado un paso al lado dejando el liderazgo al tridente Laporta-Florentino-Agnelli, a la espera de cómo evoluciona la vía judicial. Pero si el Tribunal de Justicia de la UE avala la competición, volverán subirse al barco porque saben que es el futuro del fútbol europeo. Y, sobre todo, porque habrá mucho más dinero a repartir.