¿Por qué Laporta ama ahora la Superliga?

Laporta y Florentino

Laporta y Florentino

Toni Frieros

Toni Frieros

En el FC Barcelona están esperando como agua de mayo la decisión no vinculante que el Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) hará pública el próximo 15 de diciembre sobre el llamado ‘Caso Superliga’. Resumiendo mucho, se trata de discernir si la UEFA está incurriendo en abuso de posición dominante al oponerse a la creación de la Superliga mediante la amenaza de sanciones a los clubs que la promulgan. Ningún jurista, ni los más avezados, se atreve a pronosticar un fallo. Eso sí, todos coinciden en señalar que establecerá un antes y un después en la historia del fútbol europeo como fue la ‘Sentencia Bosman’, curiosamente publicada el 15 de Diciembre de 1995. 

También resulta muy curioso que el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, hiciera una encendida defensa de la Superliga en la última asamblea de compromisarios del club, sobre la que se extendió en sus bonanzas y beneficios, cuando hacía tan solo año y medio, días antes de llegar a la presidencia azulgrana, era totalmente contrario a ella. Y no es algo que me esté inventando. Ahí están sus declaraciones textuales: “Yo creo que la Liga Europea se carga el negocio del fútbol...lo que es el fútbol, lo que son las esencias del fútbol, este deporte tan bonito que sirve para que una comunidad esté orgullosa de su equipo. Yo creo que la Superliga se lo podría cargar”. No es la primera vez que Laporta dice Digo donde antes había dicho Diego. Ya ocurrió con el proyecto del Espai Barça.

Circunscribamos ese comportamiento bajo el paraguas de ‘rectificar es de sabios’. Es curioso que todos los honores de la creación de la Superliga se los lleve el presidente del Real Madrid cuando los pilares de la nueva Liga Europea hay que atribuírselos a Bayern Munich (Rummenigge), Juventus (Agnelli)... y FC Barcelona (Bartomeu). Sí, es cierto que Real Madrid quería una revolución y romper con la UEFA, pero entonces se logró una evolución. Estamos hablando de 2015 primero y 2016 después, cuando dimitió Platini y llegó a la presidencia Ceferin. UEFA y ECA crearon una empresa llamada UEFA Club Competitions SA con sede en Ginebra que consiguió doblar los ingresos de los clubs en la Champions League. 

Cada quince días el presidente del Barça viajaba a Suiza para estar presente en las reuniones de ese consejo de administración en el que estaba el Real Madrid. Llegó la pandemia y la ECA pidió a la UEFA que anticipara las cantidades a recibir para paliar las millonarias caídas de ingresos de los clubs. Ahí la UEFA se negó. Fue cuando Florentino dijo basta y encontró la complicidad de Bartomeu y del resto de clubs: Juve, Bayern, Arsenal, etc. Los términos de la creación de la European Football League (EFL) se crearon en mayo de 2020. El 21 de septiembre de ese año, en plena moción de censura contra Bartomeu, el FC Barcelona firmó la adhesión a la nueva competición que organizaba y financiaba el grupo A22 Sport Management SL. 

¡Claro que el FC Barcelona se juega mucho con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea! No solamente un nuevo orden del fútbol europeo, sobre todo, la salvación económica. Si la Superliga se hace realidad, FC Barcelona y Real Madrid recibirían, de entrada, 1.346 millones de euros cada uno: 646 en concepto de ‘infraestructuras’ y 700 por ‘pagos por desempeño histórico acumulados’. ¿Entienden ahora por qué Laporta cambió de opinión?