Koeman y la fecha límite del clásico ante el Madrid

La confianza en el holandés es total, pero puede caducar si se pierde ante los blancos

En el club hay la sensación de que hay plantilla para hacer más cosas

Koeman sigue por ahora

Koeman sigue por ahora

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

El presidente del Barça, Joan Laporta, apostó por una tregua con Koeman anunciando una forzada ratificación antes del partido ante el Atlético. Fue un movimiento que sorprendió, incluso, internamente, pero que responde a la intuición de que, quizás, tampoco variarían mucho las cosas con un nuevo inquilino en el banquillo. En el Barça tienen muy claro que la plantilla puede dar para mucho más, aunque nadie puede asegurarlo hasta que estén recuperados todos los efectivos ofensivos. Echar a Koeman ahora era quemar un cartucho demasiado pronto, aunque la decisión se ha pospuesto hasta un mes de octubre, con una fecha clave: el Clásico del 24 de octubre en el Camp Nou.

Los empates en la Liga ante rivales inferiores mosquearon, no gustó nada el planteamiento y el ridículo ante el Benfica y casi se daba por hecho el KO en el Wanda. La tensión es alta, pero internamente está la fecha ante el Madrid marcada con mayúsculas. Una derrota dolorosa ante el máximo rival en un Camp Nou repleto de público podría acabar con la era Koeman. No hay duda que el Barça apoyará al holandés sin fisuras en ese camino hacia el Clásico, pero la paciencia tiene un límite y en octubre, si se hicieran las cosas con coherencia, habría tiempo de revertir una situación que podría derivar en una temporada de transición que nadie desea.

Es evidente que el área deportiva ha hecho su trabajo y tiene sustitutos encima de la mesa. No ha sido fácil porque el mercado no ofrece demasiadas opciones de garantías, pero se ha hecho el trabajo como es obligación de los profesionales que trabajan desde los despachos de la ciudad deportiva. Una cosa es apoyar a Koeman y darle todas las herramientas posibles para que pueda triunfar y, otra, trabajar para el futuro del club por si se debe improvisar un cambio de planes.

También es cierto que, internamente, no gusta un cambio de entrenador. El Barça ha fabricado su modelo de éxito con apuestas claras desde el banquillo y confianza absoluta en su trabajo. Solo Ernesto Valverde fue cesado cuando se consideró que el vestuario vivía demasiado acomodado y que se estaba desaprovechando la figura de Leo Messi para reiniciar un ciclo de triunfos deportivos. Es evidente que la apuesta salió peor que mal porque Quique Setién no estuvo a la latura de un club como el Barça y tiró por la borda un curso que acabó de forma humillante. Realmente hay esperanza para que Koeman revierta el juego antes del 24 de octubre, pero tampoco hay dudas que esa fecha podría ser la de su caducidad. El holandés ha sobrevivido a varias crisis, pero sus balas ya se acaban.