La ilusión de Pedri y la decepción de Ansu

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Los dos tienen 20 años. De hecho, nacieron con menos de un mes de diferencia. Ansu es solo 25 días ‘mayor’ que Pedri. Pero su situación en el Barça es absolutamente dispar. Mientras Pedri se ha convertido en el futbolista más mágico y letal del equipo blaugrana, Ansu languidece en el banquillo. El mayor contraste llegó el domingo. En Villarreal, el centrocampista canario fue el héroe blaugrana marcando el gol de la victoria después de otra exhibición de juego. Mientras, el delantero canterano no jugó ni un minuto por primera vez en toda la temporada. Las comparaciones siempre son odiosas, pero en el caso de dos chavales que están llamados a ser el futuro del Barça resultan inevitables.

Pedri goza de la confianza absoluta de Xavi y su rendimiento excepcional le está dando la razón al técnico, que ha puesto la construcción del ataque blaugrana en manos del talento del tinerfeño. Ansu no está teniendo el protagonismo que desea y no entiende el papel secundario que le ha otorgado el entrenador. Todo son elogios para Pedri y todo son dudas con Ansu. De ahí, la felicidad desbordante del primero y la enorme preocupación del segundo. Pedri camina con paso firme hacia el estrellato al mismo tiempo que Ansu parece dispuesto a enfilar la puerta de salida. Porque, aunque ambos tengan todavía muchos años de contrato por delante (Pedri renovó hasta 2026 y Ansu hasta 2027) su futuro no es igual de halagüeño.

ANSU QUIERE JUGAR MÁS

Especialmente curiosa, por no decir inquietante, es la situación de Ansu. Se entiende que Xavi haya querido gestionar de forma quirúrgica su regreso a los terrenos tras dos temporadas marcadas por su grave lesión de rodilla. Pero el futbolista entiende que ya ha superado ampliamente esta fase de adaptación y se siente preparado para ser titular. El técnico, a las evidencias me remito, no lo ve igual. Insiste (incluso se enfadó el sábado cuando se le preguntó sobre un hipotético traspaso) que es intransferible, aunque cada vez le hace jugar menos. De hecho, contra el Villarreal Ansu rompió su récord de haber participado (con más o menos minutos) en todos los partidos de la temporada: por primera vez se quedó todo el encuentro en el banquillo.

No es de extrañar, pues, que el entorno del futbolista se ponga nervioso ante la incomprensión que genera la diferencia que existe entre los discursos y los hechos. Ansu quiere (necesita) jugar más. Y si no lo puede hacer en el Barça, como es su deseo y su sueño, deberá buscar una alternativa...