Opinión

Que no se hable de pádel solo por el morbo

Lebrón, durante el partido que acabó en incidentes

Lebrón, durante el partido que acabó en incidentes / QTF

Fui triste testigo directo de los acontecimientos ocurridos en Doha la semana pasada. Reconozco que abducida por la magnitud de los hechos, con un Juan Lebrón literalmente fuera de sí, también yo hablé más de los incidentes que del partido o de la jornada y duelos disputados aquel día. Pero estábamos allí porque el pádel es nuestra pasión y dedicamos gran parte de nuestra vida periodística a informar de este deporte. Un deporte que crece a pasos agigantados, sin red, y que se encuentra a menudo ante momentos en los que gestionar la dimensión que ha adquirido no es fácil.

Pero muchos medios, las redes sociales e incluso personas que nunca han seguido la actualidad del pádel, se han recreado en explicar un hecho aislado, que si bien es cierto que ha derivado en un tsunami, con cambios de pareja a doquier, también lo es que una pelea de esta magnitud no es lo habitual.

Se trata de un deporte donde habitualmente tanto dentro como fuera de la pista existe una gran cordialidad e incluso amistad entre los jugadores. Aunque dentro de la pista a menudo los partidos se calienten, fuera se olvida todo.

Tal vez sea una actitud romántica, pero cómo me encantaría ver a todos estos medios que se han llenado la boca hablando de la ruptura de Galán y Lebrón tras los incidentes de Doha seguir hablando de pádel. Esta semana del Ultimate Padel Tour que se celebra en Leganés, la semana que viene del Premier Padel de Acapulco, la otra del torneo de Venezuela... de los jugadores y las jugadoras, de sus éxitos y sus decepciones... y también del morbo, por supuesto, pero no solo de ello.