Guardiola, más que una marca

El City de Pep Guardiola ha ganado catorce títulos bajo su batuta

El City de Pep Guardiola ha ganado catorce títulos bajo su batuta / Oli SCARFF (AFP)

Enric Jové

Enric Jové

Pep Guardiola ha construido su relato con habilidad y talento, dentro y fuera del campo. Lo ha hecho voluntariamente con un control milimétrico de todos sus activos, además de una obsesiva dedicación a su profesión: “Mi único mérito es amar lo que hago”. Las marcas son lo que dicen, lo que hacen y cómo se comportan. Decodifiquemos al de Santpedor desde la gestión de su imagen personal y sus palabras. Las marcas son un porqué, una primera frase lo explica: “Lo único que vale la pena es la convicción de tener una idea”. 

Las marcas se construyen a través de consistencia y coherencia defendiendo un mismo discurso basado en unos valores y una personalidad: sencillez, trabajo y dedicación son los suyos, “aunque en el proceso haya muchas dudas” como suele explicar. Sus declaraciones redondean los partidos, con reflexiones de lo que el aficionado no es capaz de ver, siempre con elegancia y elocuencia para defender la grandeza y la humanización del deporte: “Lo que te hace crecer es la derrota, el error”. La relevancia la ha construido gracias a una carrera en la que ha elegido estratégicamente los equipos y sus momentos (Barcelona, Bayern de Múnich y Manchester City). 

Las marcas son un porqué (un propósito): el suyo la búsqueda obsesiva del mejor fútbol posible. Al que debe añadírsele un como: ganar reinventando el modelo de juego las veces que haga falta (díganle innovación): “No hay nada más arriesgado que no arriesgarse” explica. Y finalmente un que (el producto) en su caso un equipo y una plantilla, con una selección de un perfil de jugadores talentosos dispuestos a morir por esa idea futbolística, junto a gregarios que obtienen alrededor suyo su mejor versión para poder obtener resultados (“asumo equivocarme en los fichajes, es mi responsabilidad”).

Una marca es un storytelling, desde libros (Herr Pep o La Metamorfosis) explicando su metodología de trabajo, hechos a medida, a series de Amazon (All or Nothing) en las que se ve su gestión psicológica del colectivo. Añadan un look diferencial, la elección de una estética alejada del mundo del fútbol y cercana a las pasarelas que lo convierten en un entrenador cool. 

Pocos entrenadores tienen un discurso más allá del fútbol. Pep lo tiene en política, obviamente no para el agrado de todos, en literatura, en música o apoyando a minorías y ONGs. Una marca es una idea: Guardiola es el mejor fútbol que se puede ver. Nadie lo duda. Pero el legado de Pep será infinito, como él dijo de Cruyff… aunque algunos piensen que mea colonia. La última aportación a su marca es repartir entre todos los empleados del City su prima de la Champions. ¿Diferencial? Así es Pep.