El grave error de Arturo Vidal

Arturo Vidal no estaba contento con su suplencia

Arturo Vidal no estaba contento con su suplencia / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El fútbol es un deporte de equipo. Cuando se gana, ganan todos. Y cuando se pierde, pierden todos. Aunque ya sé que muchos jugadores son egoístas por naturaleza, al menos la mayoría disimulan. Y se alegran (o lo hacen ver) con los triunfos. Y se entristecen (o lo hacen ver) con las derrotas. El egoísmo cada uno lo gestiona internamente. En silencio. Como puede. Pero jamás en público. Por eso resulta totalmente inadmisible que un componente de un equipo distorsione las buenas (o malas) sensaciones del grupo por intereses particulares. No se puede ser insolidario. Y menos a través de las redes sociales. Como ha hecho Arturo Vidal...  El chileno es suficientemente veterano para saber que según qué mensajes están fuera de lugar. Y un emoticono cabreado tras la exhibición del Barça en Wembley no tocaba. Por mucho que él estuviera enfadado por no haber sido titular. Por mucho que no entendiera que Valverde le utilizara para perder tiempo. Arturo Vidal no puede cometer este menosprecio a sus compañeros. ¿O, tal vez, se cree que él es más importante que el equipo? Mal vamos si es así... La ‘rectificación’ posterior llegó tarde. El mal ya estaba hecho. 

Arturo Vidal está enfadado, muy enfadado, porque  Valverde no está cumpliendo con lo que le prometió. O eso, al menos, es lo que dice el entorno del futbolista. El centrocampista vino al Barça convencido de que iba a ser un futbolista importante, muy importante, para el entrenador. Y parecía que iba ser así. De hecho, todo iba encaminado a que fuera así. Hasta que los tres malos partidos en la Liga obligaron al técnico a replantearse el 4-3-3. Y apostar por un equipo más equilibrado, con más control. Un equipo más a la medida de Messi. Dembélé fue el primer sacrificado. Y Arturo Vidal, el segundo. Coutinho pasó a jugar de falso extremo y Arthur de tercer centrocampista junto a Sergio Busquets y Rakitic. No había sitio en esta alineación ni para el francés ni para el chileno. Con el ‘agravante’ de que la exhibición en Wembley dio la razón a los cambios del entrenador. Dembélé se enfadó por no jugar. Pero se lo calló. A pesar de su juventud, tuvo un comportamiento correcto. Vidal no supo (o no quiso) reprimir su enfado. Y lo mostró  públicamente en las redes sociales. Se equivocó. Mucho. Muchísimo... Si no acepta ser suplente en el Barça no  tiene cabida en esta plantila...