Opinión

La gran estrella mundial de los Hispanos

La selección española de balonmano ya está en semifinales gracias al trabajo colectivo y a una dirección magistral

Jordi Ribera es el mejor entrenador posible para España

Jordi Ribera es el mejor entrenador posible para España / EFE

España quizá no tenga el talento de épocas anteriores, pero cuenta con uno de los mejores bloques del balonmano mundial y es capaz de madurar los partidos para anotarse victorias y logros casi imposibles como la clasificación para el Mundial de 2025 ante Serbia cuando todo parecía casi perdido a 15 minutos del final.

O la victoria en la prórroga frente a Egipto en cuartos de final de los Juegos de París después de ir casi todo el partido a remolque. O en el partido inaugural ante Eslovenia en el que pasó de perder por 14-17 a vencer por 24-21.

¿Quién es el gran responsable de esta calma tensa y de esta paciencia? Con permiso de los excelentes Juegos de Gonzalo Pérez de Vargas y de Aleix Gómez, el indiscutible nombre con mayúsculas es Jordi Ribera.

El de Sarrià de Ter ha conseguido dar un giro a la selección desde que se hizo cargo del equipo en el otoño de 2016 meses después del fiasco al quedar fuera de los Juegos de Río y el palmarés es impresionante: un bronce olímpico, dos bronces mundiales y dos oros y una plata europeos.

Ribera sueña con llevar a España a su primera final olímpica

Ribera sueña con llevar a España a su primera final olímpica / EFE

Ribera vive por y para su trabajo. "Bueno, mañana igual me veo el partido un par de veces", dijo a Prensa Ibérica en Granollers la noche de la clasificación para los Juegos con una victoria contra Brasil.

El catalán es un habitual de todas las pistas de la Liga Plenitude ASOBAL y del Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada con las categorías inferiores, controla todo el balonmano de base y sigue un plan que ha convertido el trauma del cambio generacional en un camino más o menos tranquilo.

Ya no están ni Raúl Entrerríos, Viran Morros, Julen Aguinagalde ni Gedeón Guardiola mientras que Dani Fernández es uno más. Los siguientes serán los hermanos Cikusa. ¡Larga vida a Jordi Ribera!