Opinión

Golpe de efecto de Víctor Font

Víctor Font, en rueda de prensa

Víctor Font, en rueda de prensa / Javi Ferrándiz

En las últimas semanas circuló por Barcelona el rumor de que el presidente Laporta estudiaba la posibilidad de adelantar las elecciones a final de la presente temporada. Los argumentos empezaron a tomar cuerpo tras el buen inicio del equipo y la posibilidad que el nuevo Camp Nou se estrene sobre la fecha prevista. Ante estas circunstancias, siempre optimistas, el presidente convocaba elecciones, cogía por sorpresa a sus opositores y, salvo circunstancias no contempladas, tenía serias opciones de repetir victoria. Hacerlo de manera inesperada dejaba sin tiempo de reacción al todavía incipiente proyecto de precandidatura de Joan Camprubí Montal mientras que pillaba sin argumentos futbolísticos y sociales a Víctor Font.

Sin embargo, Font ha estado hábil con la petición de elecciones anticipadas. Por un lado, demuestra estar preparado y con la fuerza suficiente para volver a enfrentarse a Laporta y, por otro, se significa como el principal líder de la oposición. Es verdad que Laporta no le hará ni caso y solo decidirá el adelanto si la temporada es buena y el nuevo estadio avanza según lo anunciado, pero en esta ocasión Font se ha adelantado.

LAPORTA, IMPASIBLE

A Laporta, el resto de denuncias y críticas lanzadas por Font le entran por un oído y le salen por el otro, pero el presidente del Barça ya sabe que uno de sus opositores está listo para saltar al ruedo electoral. Y, eso, en el fondo es bueno para el Barça. Sea cual sea el presidente que esté en el poder es necesario que se sienta fiscalizado. Eso sí, desde el punto de vista electoral, cuando entra la pelotita, todo juega a favor de quien ocupa el poder. En este caso, si además consigue la proeza de terminar un nuevo estadio, cosa que ninguno de sus predecesores fue capaz, su reelección parece cantada. Dicho esto, a Laporta le queda por resolver el tema económico. En este sentido, la incertidumbre es máxima.