Un golazo de Messi que puede salvar la Liga

Al Barça solo le valía la victoria en Villarreal. Cualquier otro resultado significaba decir prácticamente adiós a la Liga. Los blaugranas tenían que ganar en el Madrigal (rebautizado ahora como el Estadio de la Cerámica) para no permitir que el Real Madrid aumentara aún más su ventaja al frente de la clasificación. Ni siquiera un empate, a pesar de la fortaleza del conjunto de Fran Escribá, era admisible en esta ocasión para el conjunto de Luis Enrique.

El 2017 no había empezado demasiado bien, con la derrota en San Mamés ante el Ahletic en el partido de ida de los octavos de final de la Copa. El resultado (2-1) no fue malo, porque puede remontarse en el Camp Nou. Lo realmente preocupante fueron las sensaciones mostradas por el equipo, que no jugó a nada en la primera parte. La pésima actuación arbitral no sirve de excusa para un Barça que está obligado a seguir evolucionando en su juego.

Y eso, precisamente, es lo que falló también ante el Villarreal. El juego. El Barça dominó la primera mitaf, pero no creó ocasiones claras de gol. Y en la segunda parte, los locales, en la primera opción, se pusieron por delante en el marcador, haciendo todavía más difícil el objetivo blaugrana. Remontar jugando mal era un milagro que solo podía hacer realidad Messi con una de sus genialidades.

El Barça espabiló de la mano del crack argentino. Un clarísimo penalti por mano de Bruno (que el árbitro no quiso ver) pudo haber dado la opción de empatar al equipo blaugrana. Como un disparo muy colocado de Messi que se estrelló en el palo. Pero ni siquiera la fortuna estaba este domingo al lado del FC Barcelona. Hasta que en el tiempo de descuento, Messi, con un lanzamiento de falta estratosférico, lograba el tanto del empate. Un 1-1 insuficiente, pero que permite mantener esperanzas. Leves. Pero esperanzas.