Gerard Piqué, Laporta, el Barça y la Kings League

No insistan. Por muchas lonas que se cuelguen, ninguna podrá superar en originalidad y repercusión a la que ideó el publicista Lluis Carrasco en los aledaños del Bernabéu en la campaña electoral de Joan Laporta: “Ganas de volver a veros”. Todo lo demás son sucedáneos. Ayer los responsables de la Kings League desplegaron una en la Avenida Diagonal: “Que llenemos el Camp Nou les da mucho miedo”.

Se refiere al evento que se celebrará el próximo domingo 26 en el coliseo azulgrana. Eso tiene su miga, pero nada comparable con el contenido de la comunicación que hicieron llegar ayer a los medios: “...está desafiando las reglas, haciendo el deporte rey más participativo y con nuevas normas...”. ¿Perdón? ¿De qué estamos hablando? ¿Qué tiene que ver el Fútbol 7 con el Fútbol 11? ¿De verdad vamos a comparar la Kings League con las ligas nacionales, la Champions League, los Mundiales, las Eurocopas...? ¿Van a poner a esos ‘equipos’ a la misma altura del Real Madrid, FC Barcelona, Manchester United...? ¿No había dicho Piqué que no eran competencia? ¿En qué quedamos?

No tengo nada, absolutamente nada, en contra de la Kings League, al contrario. Es un negocio particular que tiene su público, su comunidad y un propósito. Hay que aplaudir las grandes ideas y valorar que es un montaje espectacular de gran audiencia y con patrocinadores importantes. Tiene su mérito.

Otra cosa es, y ahí radica el problema, cuando en esa ecuación entran el FC Barcelona y su presidente, Joan Laporta. ¿Qué hacía el máximo mandatorio azulgrana promocionando un negocio privado que no tiene absolutamente nada que ver con la naturaleza y razón de ser del club y que, como rezaba en el comunicado que ayer emitió la Kings League, quiere “romper las reglas del deporte tradicional”?

Es evidente, y así lo creo, que una vez más Gerard Piqué ha ‘tirado’ de su indiscutible influencia... para beneficio propio, claro. Ya sabemos lo que en su día le pidió a Luis Rubiales, presidente de la RFEF. No hace falta recordarlo. Ahora ‘tira’ de amistad con Laporta, de ser leyenda culé, para aprovecharse de la dimensión que otorga el FC Barcelona.

Imagino que si el día de mañana Alba y Busquets, por poner un ejemplo, idean el campeonato del mundo de carreras de caracoles y le piden a Laporta el Camp Nou, también se lo dejará.

Desde tiempos inmemoriales el césped del Camp Nou ha sido sagrado. ¡Prohibido pisarlo! Solo para los partidos del primer equipo. Conciertos y pachangas, a final de temporada. La Final Four de la Kings League, y todo su montaje, se hará sobre el verde césped del Spotify Camp Nou. 

Eso, sí, esta ‘joint venture’ FCBarcelona-Kings League dejará un buen pellizco en las arcas del club azulgrana, que falta hace. Menos mal.