Opinión

El fútbol hace justicia en la Eurocopa

Los jugadores españoles celebtran la clasificación a semifinales tras el partido ante Alemania.

Los jugadores españoles celebtran la clasificación a semifinales tras el partido ante Alemania. / EUROPA PRESS

He de reconocer que me está sorprendiendo grata y muy positivamente la actuación de la selección española en la Eurocopa. No esperaba este rendimiento ni está capacidad, siendo sinceros. Por muy optimista que uno sea, la sensación era de que llevaba España un grupo interesante de jugadores pero no al nivel de las Francia, Inglaterra, Portugal o la mismísima Alemania. Sin grandes estrellas o nombres llamativos, parecía que este torneo sería muy complicado para los nuestros, máxime cuando de inicio partíamos en el grupo de la muerte con italianos y croatas.

¡Qué sorpresa más agradable! La selección española ha sido la gran sensación del torneo, el equipo que más ha ofrecido en el campo y que más ha ilusionado a sus seguidores. La irrupción y consagración en un torneo internacional de selecciones de Nico Williams y el jovencísimo Lamine Yamal es evidente. Son la envidia del concierto futbolístico y se habla de ellos allá por donde van. Si alguien los junta en un club será una invitación al fútbol de ataque total.

En Stuttgart fue el más difícil todavía. Con la maldición de los anfitriones que España era incapaz de romper, con un estadio volcado con los alemanes y un lamentable arbitraje, permisivo con los Toni Kroos y compañía. La grave entrada, alevosa, al comienzo del partido del jugador del Real Madrid, en el que a la postre será su último partido internacional, delante mismo del árbitro, mereció un severo castigo, una cartulina roja, pero es que ni siquiera vio la amarilla.

Los alemanes trataron de imponer el terror en los primeros minutos con la condescendencia del sibilino arbitraje del inglés Taylor. Pero ni por esas, a pesar de que Pedri tuvo que retirarse cojeando y del golpe anímico para sus compañeros de ver cómo habían roto a uno de los suyos en un momento tan importante, los españoles no se vinieron abajo. Lo tenían todo en contra y supieron reaccionar a un alto nivel en la alta competición. De La Fuente ha conseguido armar un grupo, un equipo, sin estrellas pero sin fisuras, solidario y competitivo. Juega con dos extremos desinhibidos y valientes. Con una confianza ciega en lo que hacen y sin venirse abajo ante las adversidades. Es clave no desmoronarse y saber encajar los golpes que te da el partido, como la lesión tempranera de una de las estrellas o el constante golpeo del rival con la connivencia del árbitro.

En Stuttgart, al final, se hizo justicia. España es el equipo que mejor fútbol ha practicado en la Eurocopa y que más ha propuesto hasta las semifinales. Ni las numerosas estrellas inglesas, ni los renombrados jugadores de la Francia de Deschamps, ni los siempre temidos alemanes, ni los imponentes portugueses han ofrecido todo lo que le ha dado al torneo este grupo español.

No sabemos lo que nos deparará el final del torneo o si podrán con Mbappé, pero esta selección ha demostrado muchas cosas y ha abierto un camino muy interesante para el fútbol español de cara al futuro.