El fútbol ya empieza a ver la luz; España no ve el gol

El final de la temporada 2020-21 ha abierto un nuevo escenario en el fútbol español. El partido de preparación para la atípica Eurocopa de Naciones, que este verano se jugará en 12 países, sirvió para abrir las gradas del Wanda Metropolitano. El España-Portugal es la avanzadilla de lo que tiene que ser la nueva normalidad del fútbol: Los aficionados ya pueden empezar a entrar en los estadios y si ayer en el Wanda había unas 14.743 personas, en la Cartuja durante la Euro habrá unos 20.000.

Fin a los 14 meses de mal sueño en el que entre un partido de fútbol y un entrenamiento apenas había diferencia, en los que los gritos de los jugadores ya no tenían que interpretarse porque se escuchaban a la perfección y la celebración de los goles tenían algo de postizo, incluso ridículo.

El fútbol echaba de menos a la afición porque solo con gente en las gradas este deporte adquiere toda su dimensión. Es precioso escuchar el run run de la grada, algo a lo que los jugadores habían perdido la costumbre y que tanto echaban de menos.

El equipo de Luis Enrique

Si el fútbol cambia, lo que permanece inalterable es la España de Luis Enrique, el rey de los inventos, el único líder de una selección. El equipo no es algo estático para el técnico y ayer debutó Laporte o dio entrada a Sarabia que hacía años que no aparecía. ¡Si casi eran más conocidos los nombres del equipo portugués que los de España! La roja dominó pero su primer disparo fue en el minuto 49. En la segunda parte del encuentro todavía tuvo ocasiones más claras pero al equipo le faltó gol, un handicap que le puede pesar durante la Eurocopa. Una deficiencia personificada en Morata.

Recalquemos que España tiene a dos jugadores especiales: Marcos Llorente y Gerard Moreno. España no saldrá como favorito en el torneo pero, de momento, tuvo contra las cuerdas a la actual campeón de Europa. Solo le faltó el gol para rematar a los hombres de Cristiano.