Opinión

Fracasa el plan para traspasar a Lewandowski

Lewandowski celebrando su gol ante el Valencia

Lewandowski celebrando su gol ante el Valencia / VALENTÍ ENRICH

Para entender la situación de Lewandowski en el Barça hay que empezar por admitir que si no se le hubiesen firmado cuatro temporadas por un montante total de dinero alto, el polaco no hubiese fichado. Su fichaje fue una oportunidad de mercado única que solo podía darse en las circunstancias que se dio: una estrella de 34 años y un club en una situación económica desesperada; un crack de edad ya avanzada que quería seguir con un gran contrato que el Bayern ya no le daba y una entidad que necesitaba una figura mediática para remontar el vuelo.

Laporta estuvo hábil en conjugar ambos intereses y a partir de ahí diseñó un contrato con cantidades crecientes, de forma que el pico más caro llegara al tercer año cuando la situación económica ya debería haber mejorado o, en caso contrario, se buscaba un traspaso con el que equilibrar cuentas y evitarse el tramo más costoso de su ficha.

Un plan perfectamente entendible que, sin embargo, ha fracasado en el momento en el que el jugador que estaba llamado a sustituirle ha resultado un fiasco. Vítor Roque llegó seis meses antes de lo planeado para acelerar su adaptación y tener en junio un recambio probado y contrastado. Todo ha salido mal con el brasileño: ni se ha adaptado ni el entrenador le ve nivel, así que Lewandowski sigue siendo imprescindible.

Aún con los 36 años con los que empezará la próxima temporada, es el mejor '9' que el Barça se puede permitir. No hay más que hablar: él no quiere irse y el Barça no puede fichar a otro mejor. Si no hubiese tirado el dinero con Vítor Roque, tal vez sí, pero esa ya es otra historia.