Al final no estábamos tan mal, ¿no?

El FC Barcelona, como dicen sus estatutos, es una entidad polideportiva. El fútbol, obviamente, es el pilar que lo sustenta o, como dijo Enric Masip en un tuit, “el que da de comer a todos”, refiriéndose al resto de disciplinas deportivas, fútbol femenino incluido. La entidad azulgrana, desde tiempos inmemoriales, viene apostando muy fuerte por sus secciones profesionales y, miren por donde, esta temporada acabará viviendo uno de sus periodos de mayor gloria y esplendor. ¡Quién lo iba a decir, ¿verdad?, después de todos los avatares vividos en los últimos meses, donde parecía que había que reconstruir el club desde cero! Toda una suerte y un gran legado para Joan Laporta y su junta que, en este apartado específico, han podido hacerse la foto y recoger los frutos del trabajo y la planificación de la junta directiva de Josep Maria Bartomeu y los profesionales que han estado al frente. 

Ganar dos Copas de Europa (fútbol femenino y balonmano), haber llegado a la final continental de baloncesto y pelear por la Liga doméstica, ser campeón nacional en hockey patines, haber disputado la final europea de futbol sala y optar también al título... En fin, aquí solo cabe felicitar a quienes lo han hecho posible, dentro y fuera del terreno de juego, jugadores, entrenadores, directivos y ejecutivos, como Albert Soler, el primero en ser invitado a salir del club después del 17 de marzo. En fin, es difícil de asimilar que estemos dibujando entre todos una situación catastrófica (a nivel económico, sin duda, lo es) y deportivamente la entidad esté viviendo un momento histórico. No voy a parafrasear la ya famosa expresión que en su día acuñó Laporta, pero el FC Barcelona, a nivel deportivo, puede estar orgulloso. Y quienes lo han hecho posible, aunque muchos ya no estén en el club, también. Les pertenece.