No es fácil ganar sin sufrimiento

LAPROVITTOLA, EL INSUSTITUIBLE

El Barça está en sus manos. Los mejores minutos de los blaugranas siempre coinciden con el argentino en pista. Ya en el primer cuarto Laprovittola se erigió como el líder de los suyos, en presencia y anotación. Pero le salió un adversario igual de eficaz. La actuación de Motley permitió a los de Itoudis mantenerse a rebufo del Barça.

Por el contrario, Satoransky demostró estar muy nervioso y descentrado. Como si la presencia de Calathes ejerciera de antídoto en todas sus acciones. Una situación que no varió en todo el encuentro. El segundo periodo fue de los árbitros. Se empeñaron en pitar faltas en ataque, y de todo tipo, y el juego se trabó totalmente.

Saras dio muchos minutos a Nnaji y no desentonó. Pero nadie ofreció un relevo de calidad a Laprovittola en el perímetro. El Fenerbahce es un equipo muy físico. Su defensa, de cambios constantes, se hizo durante muchos minutos impenetrable. Además, emergió con fuerza Guduric en ataque. El Barça con un cinco más pequeño sufrió mucho para cerrar a unos oponentes más poderosos. Suerte que piezas como Kalinic y Tobey empezaron a funcionar y el Barça pudo mantener la iniciativa.

UN FINAL AGONICO

El tercer cuarto fue apoteósico. Un Barça desmelenado arrolló al Fenerbahce. Motley cometió su tercera falta, Wilbekin seguía sin despertar, el Barça recuperaba balones y corría, y Tobey dio una lección de saber aprovechar al máximo sus virtudes.

El marcador se disparó y el Barça dio la impresión de que rompía el partido. Pero, los dos últimos minutos del período y un inicio desastroso del definitivo cuarto dieron aire al equipo turco. Los blaugranas no pueden perdonar cuando tienen al rival al borde del KO. Además, no sólo de Laprovittola puede vivir el juego exterior blaugrana.

Ni Abrines, ni Satotransky y tampoco Higgins dieron un relevo de calidad al argentino. Un problema serio, muy serio. Motley volvió a aparecer, con sus 4 faltas, y Mahmutoglu ejerció de “killer” en los minutos más tensos del encuentro.

En el Barça siguieron “remando” Kalinic y Tobey, y el Palau infartó con la cuarta falta de Laprovittola a falta de 3’. Saras decidió sustituirlo, demasiado riesgo, y el equipo lo notó. Un duelo que el Barça se complicó en exceso y que debió resolver con mayor claridad. Pero, la Euroliga es así. Suerte que el Fenerbahce, en la última posesión, no buscó el triple, lanzó de dos cuando perdían de tres puntos. Una gran victoria ante el líder invicto.