Opinión

Dos extremos, dos fracasos

Dembélé no pudo culminar la contra

Dembélé no pudo culminar la contra / Valentí Enrich

El Barça acudió al clásico con el encargo de meterle el esparadrapo a la puñalada del Inter y volvió de la capital con la herida sin supurar y carente de oxígeno. Mala estampa. Nadie aceptaba que un buen resultado en Madrid fuera a tapar la desazón de la Champions, pero ganarle al Real se antojaba como un espaldarazo vital, casi balsámico en tiempos de duda. Nada. Ni en el marcador ni en el césped. Eso fue lo peor. Hace un mes el Barça de Xavi Hernández volaba, divertía, presionaba y goleaba a partes iguales. Hoy es un equipo que aparcó el alma, sin determinación, con menos fútbol, sin fortaleza mental y con un sinfín de miedos e incertidumbres. 

La caída se cocinó en el parón, cuando las lesiones borraron del proyecto a Araujo y Koundé, y se consumó con la escasa respuesta de la plantilla ante las bajas y una suerte de disfunciones que, incluso, han acabado por disolver hasta la magia de Lewandowski. Fue aquí donde puse la lupa en sus acompañantes, Dembelé y Raphinha. ¿Se acuerdan? Con Lewy no iba a bastar, avisé. Suman solo tres goles y en los grandes duelos han fracasado. Con estrépito. Los dos. Defendí que Xavi iba a ser un gran entrenador y lo puede ser. Tiene autoridad, conocimiento y trabajo. Y más capacidad de autocrítica de la que pueda transmitir en público. Necesitará tres cosas, todas difíciles. Una, paciencia desde el club; dos, memoria de la gente -no se puede ganar en tres meses lo que se perdió en años-; y tres, dar con la tecla. 

En esa tarea, debe plantearse algo que resulta ineludible: ¿en “su” Barça pueden pesar más los extremos que los centrocampistas? Jamás. Menos aún cuando los primeros no marcan una sola diferencia. Debe ampliar la libreta, dar con un cuarto medio -ese híbrido que a veces Pep halló en Iniesta-, eliminar una banda y dar mayor vuelo a los laterales. Ansu y Ferran mostraron hambre y abrieron una vía en Madrid. O eso o nada bueno le espera. Le toca mover el árbol.