Ni euforia ni derrotismo

El Barça de Xavi, en clara línea ascendente

El Barça de Xavi, en clara línea ascendente / Valentí Enrich

Alfredo Martínez

Alfredo Martínez

¡Al loro que no estamos tan mal! Clamaba ante los peñistas en el Encuentro Mundial de peñas de Hospitalet en su discurso Joan Laporta en abril del 2008. Entendía que la gente había perdido ya la confianza en el proyecto de Rijkaard y daba todo por perdido. Ni tanto ni tan calvo. El Barcelona aun estaba vivo en liga y en Champions, donde llegó a las semifinales curiosamente ante el Manchester United. Sería el preludio a la llegada de Guardiola y a la temporada del sextete.

Y de repente, de nuevo Joan Laporta al frente del Barcelona en otro año convulso, en otro año de vaivenes. De subidas y de bajadas. Eliminados de la Liga de Campeones, en proceso de construcción de un nuevo proyecto y sufriendo un cambio radical. Ese cambio que nos lleva al actual Barcelona, con una situación idílica hacia el futuro, una liga encarriladísima y con grandes perspectivas de aquí al final de la temporada en todas las competiciones. Vamos, toda una invitación a la euforia.

¡Que difícil es estar en el punto medio! No caer en el derrotismo cuando las cosas vinieron mal dadas, y se dudaba de todo y de todos, y no dejarse llevar por un exceso de euforia ahora que el equipo está absolutamente lanzado al título de liga. Y en ese debate estamos: ¿está ganada ya la liga? ¿Se ha revertido ya la situación totalmente hacia un equipo ganador?

Ni antes era todo de color negro tras la eliminación de la liga de campeones ante el Bayern y el Inter, ni ya está la liga ganada a 18 jornadas del final por muy buenas sensaciones que se tengan y un muy buen colchón de puntos en la clasificación.

Es difícil lograrlo, pero hay que tratar de huir de la euforia y del derrotismo. Seguir trabajando y continuar en la línea marcada para el éxito. Esa es el camino.

Xavi es el primero que sabe que todo está por ganarse. Su prudente rueda de prensa al acabar el partido ante el Sevilla es el primer paso para lograr éxitos. Nada hay ganado y, si, todo por ganar. Los que llevamos mucho tiempo en esto, y él es un veterano, las hemos visto de todos los colores. Grandes remontadas del “clavo ardiendo” del Madrid o las famosas ligas de Tenerife del Barcelona. Por eso se impone la cautela, la calma, la mesura y la tranquilidad. Tiempo habrá para desatar la euforia cuando la realidad sea más tozuda y clara, cuando la suerte ya esté echada a favor del Barcelona como parece. Los extremos nunca han sido buenos. Antes no era todo de color negro ni ahora ya está todo ganado. Pinta bien. Muy bien. El Barcelona lo tiene todo, todo de cara, calendario, sensaciones, equipo, diferencia de puntos…pero debe seguir en esa línea de humildad y de trabajo que se marcó cuando las cosas venían mal dadas a y casi nadie daba un euro por este equipo o este entrenador.

Por eso, ni derrotismo antes, que no estaba todo tan mal y perdido, ni euforia ahora que no está nada ganado….aún.