Opinión

El estilo Barça no morirá jamás

El nivel de juego y la propuesta 100% Barça del Cadete A blaugrana en el MIC supone un ejemplo de como hay que creer en este modelo para volver a reinar el mundo del fútbol con un sello propio. En La Masia, el Barça puede recurrir siempre a sus esencias para reinventarse y volver a lo que le hizo grande.

El capitán Pedro Rodríguez  y todo el Cadete A se conjuran antes de la final del MIC

El capitán Pedro Rodríguez y todo el Cadete A se conjuran antes de la final del MIC / Rubén García/MICFootball

Los aficionados que han podido disfrutar en esta Semana Santa de algún partido del Cadete A blaugrana en el MIC se han reconciliado con el estilo Barça. El equipo de Arnau Blanco se impuso en la final al Girona con un gol de Ebrima pero, al margen de la victoria, valió la pena vibrar con un fútbol 100% Barça, un fútbol totalmente reconocible que te hacía viajar en el tiempo y recuperar las esencias del cruyffismo y guardiolismo más radical.

Fútbol de toque, fútbol control y a la vez fútbol hipnótico para los rivales. El Barça no encajó un solo gol en todo el torneo y la causa es que los rivales no le pudieron robarle el balón en ningún momento. El equipo generaba fútbol en todas las líneas y todos lo mimaban como si fueran Xavi o Iniesta, desde el portero pasando por el lateral derecho hasta el extremo izquierdo.

La fotografía del Cadete A del Barça campeón del MIC 2024

La fotografía del Cadete A del Barça campeón del MIC 2024 / MIC

No se trataba de tener el balón por tenerlo, se trataba de avanzar juntos, mover al contrario, triangular y conseguir que el rival pierda la concentración y en ese momento atacarle sin piedad. Lo mejor de este Cadete A es que ha sabido en todo momento gobernar los partidos y no dar ninguna opción a sus contrarios.

Y ha habido partidos difíciles en el MIC como cuando se enfrentaron al Oporto, el Espanyol o el Girona, buenos rivales que no lograron en ningún momento encontrar el antídoto y discutir la superioridad del Barça. Lograron en algunos momentos organizarse bien y defender con orden pero allí apareció lo mejor del estilo Barça.

Ni un momento de precipitación, de ponerse nervioso y jugar con más corazón que cabeza, ni un pelotazo alocado. Y así, por ejemplo, llegó el gol de Ebrima en la última acción de la final. La lección que nos deja este Cadete en el MIC es que el Barça forma jugadores educados en una idea única que es muy difícil de contrarrestar si se aplica con una convicción máxima. En el Cadete A de Arnau Blanco no hay delantero centro, todos son creadores y definidores, todos tienen espíritu de centrocampistas porque se pasan el balón con tanto mimo y precisión que desactivan al rival a base de triangulaciones inacabables que acaban mareando y desesperando al más pintado. Con el marcador favorable es la mejopr manera de defenderse y con el partido igualado la mejor forma de generar ocasiones y goles.

Algunos de los integranrtes del Cadete A del Barça celebran haber ganado el MIC

Algunos de los integranrtes del Cadete A del Barça celebran haber ganado el MIC / Rubén García/MICFootball

En un fútbol cada vez más intenso y propenso al descontrol volver a las raíces es recuperar al balón como el eje real del juego. Tal y como nos enseñó el profeta Johan Cruyff con su genial frase 'si tu tienes el balón, el rival no lo tiene' el Cadete A de Arnau Blanco se organiza 100% a través de la pelota. Todos juegan sin desesperación ni una verticalidad descontrolada, la pelota la saben conservar y pasarla hasta encontrar el último pase a la red, como explica el maestro Paco Seirul.lo en su libro ADN Barça.

Leer libros así ayuda a entender la esencia del juego Barça pero disfrutar de equipos como el Cadete A sí que sirve para comprobar que la teoría no vive del pasado. Este es un idioma futbolístico, estilo de juego que está más vivo que nunca en La Masia. El Barça tiene en su cantera la fórmula de un estilo genuino que bien aplicado es imparable. Cuando se junta talento, comprensión del juego y una convicción total en el modelo a aplicar en los partidos y entrenamientos, las cosas acaban funcionando. Puro ADN Barça que nunca morirá.