Opinión

El ‘esplai’ de Hansi Flick

Hansi Flick en el entrenamiento del Barça Atlètic

Hansi Flick en el entrenamiento del Barça Atlètic / @FCBarcelonaB

El tesón y la ilusión por entrenar al Barça hicieron que Hansi Flick paralizara todas las ofertas que le llegaron para entrenar. Desde meses atrás tenía una fijación, casi una obsesión. Estudiar las entrañas del Barça, ese club con un ADN distinto y una atmósfera tan tóxica como majestuosa. Una entidad mayúscula, plural, única en el mundo en cuanto a impacto mediático. Con tantas singularidades. El reto de su vida.

Un desafío que por momentos pareció desvanecerse, pero precisamente ‘gracias’ a esa imprevisibilidad y a ese galimatías interno permanente que se vive acabó por tornarse realidad. Laporta tenía entre ceja y ceja apostar por la vía alemana y Hansi tenía varios ingredientes que encajaban en el puzle. Representaba el salto a nivel físico y de disciplina y la apuesta por un técnico contrastado, líder de un sextete histórico con el Bayern y acostumbrado a lidiar con estrellas de primer nivel.

DAR SU SELLO AL PROYECTO

Desde que recibió esa llamada, el técnico teutón, a caballo entre Barcelona, su querida Bammental y las islas Baleares. Formentera e Ibiza antes de centrarse única y absolutamente en transformar al Barça. Darle su sello, moldear el proyecto y construir los mimbres para volver a ganar. El presidente Laporta, a las puertas de las dos últimas temporadas de su mandato, necesita resultados pese a ser consciente de que exigir éxitos con los cimientos actuales y con tan poco margen de maniobra para Hansi sería pegarse un tiro en el pie.

Internamente, cree que se puede luchar con el que probablemente vaya a ser el mejor Real Madrid de todos los tiempos con el aterrizaje de Mbappé y sumado al arsenal ya existente. A base de los TOP que ya tiene la primera plantilla azulgrana, con el crecimiento gradual de sus talentos jóvenes únicos y con 2-3 llegadas de postín. Veremos.

Mika Faye, en el duelo ante el Córdoba

Mika Faye, en el duelo ante el Córdoba / VALENTI ENRICH

Lo que sí sabe ya Flick es que cuando arranque el próximo 10 de julio las caras que verá en la Ciutat Esportiva Joan Gamper serán de extrema juventud. Y es que el grueso del grupo que echará a rodar será del Barça Atlètic. Unai Hernández, Noah Darvich, Marc Bernal, Casadó, Alarcón, Kochen, Faye. Una media de edad que apenas alcanzará la mayoría. Para muchos, es un premio y una oportunidad única el poder ponerse a las órdenes del flamante entrenador de todo un primer plantel de un Barça. Una responsabilidad en un momento clave de sus carreras.

Son conscientes de que la exigencia es máxima y que para tener un hueco en el imaginario del entrenador germano deberán dar el máximo. Continuidad a su gran desempeño el curso pasado con el filial con Márquez y un plus de madurez determinante para alcanzar la gloria en la élite. Será como una especie de campamento de verano en el que el monitor jefe, Flick, empezará a poner notas desde el Día 1. Evaluación continuada y muy estricta, pero un contexto favorable con jugosa recompensa.