La que se esconde tras la intensidad

El Barça sufre sin Pedri

El Barça sufre sin Pedri / PAU BARRENA

David Bernabeu

David Bernabeu

A primeros de febrero, el Barça ventiló al Betis en el Villamarín. Tras el golpe, Xavi Hernández puso en valor un repliegue defensivo en bloque para neutralizar una contraataque local. A 6´del final y con 0-2 a favor.

“Me ha emocionado”, proclamó el míster. El domingo, después de morder el polvo en Almería, Xavi parecía hablar de otro equipo. Pero no, era el mismo: “No hubo pasión ni ganas. Llevamos tres años sin ganar la liga. No lo entiendo”. Entre una y otra declaración, no ha pasado un mes. Y el barcelonismo sigue metido en el bucle. Saca la cabeza, amaga con volver, flirtea con la élite. Pero siempre hay un “Eintrach” de la vida, un Van Boekel, un Caso Negreira, una lesión de Pedri o un castañazo que desactivan la armonía. Nada es redondo. Que Xavi vincule el fiasco ante un colista a la ausencia de ilusión es grave. Nadie discute que la intensidad y el ritmo no fueron los deseables y que el rival sintió mucho más el partido. Pero hay más aristas.

Os traigo un dato: Gavi, de cuyo empuje no hay sospecha, ganó 2 de 11 duelos. ¡¡2 de 11!! Sin posición, ni magia por dentro ni velocidad en la circulación, sobraron pérdidas. Y por ahí, acudes tarde a los balones divididos y vas a remolque. Faltó fútbol. No lo hay desde que el once tipo se ha roto. Primero, por las lesiones y, luego, por las rotaciones. De repente, el falso relato del “plantillón” hecho añicos. La baja de Pedri ya es casi un cordón umbilical de las últimas crisis de juego. Sin él, no hay luz por dentro. Sin Dembelé, nadie marcha por fuera. Con Lewy atrancado, el gol es carísimo. Y en la retaguardia, cualquier retoque difumina el cuadro. Resultado: ¡35 centros! Un drama para cualquier equipo que dirija Xavi.

La diferencia entre titulares y suplentes es grande. Por eso, en poco tiempo se ha pasado de poder sentenciar al Madrid a tener que ir a Chamartín... a remar. Y a rezar para llegar a la orilla sin heridas abiertas.