Opinión

Elogiar a Flick sin olvidar que Xavi ganó dos títulos

Flick vigila durante un entrenamiento del FC Barcelona

Flick vigila durante un entrenamiento del FC Barcelona / EFE

No voy a aguarle la fiesta a Hansi Flick. Lo está haciendo de cine y ha plasmado su idea en un plazo de tiempo corto, lleno de lesiones y ausencias. Se ha creído a La Masia, ha revitalizado a una plantilla que, tras la Liga de 2023, pareció aletargada durante fases del curso pasado y se ha ganado a la gente con su cercanía. Además, quiere la pelota, ha dado volumen al juego interior y exhibe una verticalidad basada en la combinación. Nada que ver con el fútbol directo.

Ante el Betis, el Madrid jugó la cuarta jornada como si fuera un match ball. Y casi lo era. De haber perdido, los blancos se hubieran puesto a siete en septiembre. Por eso, la prensa mamadora del movimiento proclamó, en la frontera del ridículo, un enternecedor “Kylian ya está aquí”. Están descompuestos. No tragan con el monólogo de Lamine, Olmo y Pedri, ni con el martillo de La Masía ni con el arranque demoledor de Flick, al que no descalifican como a Xavi porque el alemán - todo llegará - no les humilló durante una década como sí hizo Hernández con su fútbol.

Dicho esto, conviene recordar que sólo hemos quemado cuatro fechas. Y es pronto para todo. Para creer que esto va a acabar como empieza - la plantilla es sumamente corta - y también para atizar al predecesor de Hansi. Por cierto, el último que sacó la rúa, que puso a Lamine, se atrevió con Cubarsí y se inventó a Fermín, entre otros. Una cosa es cuestionar sus resultados y otra es dejar caer que no le pegaba un palo al agua. Sólo una pregunta, una: ¿dónde estaban los futbolistas cuando se ganó la Liga? ¿Si tan poco curraban, por qué no levantaron la voz entonces? Xavi se fue con dos títulos, con elegancia y callando su verdad. No le están pagando con la misma moneda.