Ellas no tienen pito

Ni pito, ni banderín, ni un triste monitor que seguir y revisar... La UEFA se ha lucido: comienza la Eurocopa de futbol, 51 partidos que requerirán de 51 arbitrajes, 51 árbitros asistentes de campo, 102 correcaminos por la banda arriba y abajo con la banderita bicolor y decenas de árbitros internacionales con sus trabajados y curtidos culos eficazmente sentados sobre cómodos sillones, velando desde salas VAR, por el buen quehacer de un colega desde el verde…

¿Cuántas mujeres han destinado a ocupar cualquiera de las centenares de posiciones arbitrales que genera un torneo como este? Cero. Ni una. ¡Felicidades, Sr. Ceferin!

El otro día nos sorprendió a propios y extraños declarando abiertamente que, de ser presidente de un club de futbol, no dudaría en fichar Lamine Yamal por talento y proyección para su escuadra. ¿Sabe qué pasa? Que ni nos interesa lo más mínimo lo que usted haría en caso de ser presidente de un club de futbol, que no lo es, ni tampoco nos importaría demasiado su opinión si fuese bedel o vigilante de comedor en un instituto de adolescentes en Liubliana.

Lo que sí nos ocupa y preocupa en esta humilde 'Contra' es el desprecio que muestra y demuestra al no haber convocado ni seleccionado una sola mujer para ocupar alguna de las muchísimas plazas arbitrales a rellenar en la interesante, aunque caduca, Copa de futbol continental.

Al no convocar una solo muchacha, Sr. Ceferin, se desnuda usted ante los ojos del mundo confirmando su menosprecio por el futbol femenino, del que, en Barcelona, como usted debe saber, nos sentimos más que orgullosos. Una árbitra de futbol (y ahí tiene a la francesa Frappart, la española Huerta de Aza o la ruandesa Mukasanga por poner algún ejemplo) es ya parte inseparable del futbol como lo son sus futbolistas, y al no mostrar consideración alguna por el colectivo arbitral femenino, muestra el perenne machismo en el que se mueve la máxima institución del futbol europeo.

¡Vaya fiesta se han montado en Alemania! Las decenas de árbitros seleccionados gozan de dos campamentos excelsos en Frankfurt y Leipzig (donde operarán desde el International Broadcast Centre), con todo tipo de atenciones y agasajos, ellas, las árbitras, todas en casa, todas calladas, todas atónitas…

¿De qué sirve matarse a esfuerzos, ya sea Xavi Puig como dirigente, Aitana Bonmatí como futbolista, Guadalupe Porras como colegiada o Natàlia Arroyo como entrenadora? Luego llegan ustedes, reparten privilegios y nos recuerdan que el futbol es cosa de hombres…

Pero no lo olvide: tal vez sea el gallo el que canta, pero siempre es la gallina y sus huevos, los que llenan la garganta.