Dudar de Lewandowski fue de necios

Robert Lewandowski, en el momento de su presentación con el FC Barcelona

Robert Lewandowski, en el momento de su presentación con el FC Barcelona / VALENTÍ ENRICH

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

En el Barça se duda de todo y dudar de todo, preguntárselo todo, no tiene porque ser algo negativo si las dudas tiene argumentos sólidos en los que asentarse. El problema de dudar de todo llega cuando se hace de forma sistemática, por el simple hecho de llevar la contraria o por ese ‘tribunerismo’ que todos los culés ejercen en algún momento de su vida

Al otro lado de esa forma de entender la vida está el madridismo, que, lejos de hacerse preguntas, de cuestionarse su fe y su existencia, asiente con la cabeza y los ojos en blanco a todos los mensajes que vomitan los voceros blancos. Incluso han llegado a creer que Bellingham, ese futbolista un punto sobrevalorado que de momento se está dedicando solo a empujar balones, cobra en gloria (los más de 100 millones de euros ingresados por el Dortmund sí les supo a gloria a los alemanes). Es de suponer que futbolistas comoGravesen, Cassano o Hazard también cobraban en gloria. Concretamente la misma que le restaron al Real Madrid. 

La conexión Lewandowski - Joao Félix dio sus frutos ante el Amberes

La conexión Lewandowski - Joao Félix dio sus frutos ante el Amberes / VALENTÍ ENRICH

Los extremos no siempre son malos, pero en ocasiones rozan el rídiculo. Cuando se aplaude a todo con las orejas y cuando se critica todo sin más ánimo que la crítica, algo muy común en Barcelona, donde ha habido algunas que resultan incluso obscenas, como las que de forma ocasional ha tenido que escuchar Robert Lewandowski. Es lícito analizar si pasa por un buen momento de forma o si está algo mustio, faltaría más, pero no lo es tanto faltar el respeto a uno de los mejores goleadores de la historia con la facilidad con la que se ha hecho cuando ha disminuido sus registros goleadores. 

El ecosistema da la felicidad

El polaco, lo ha hecho toda la vida, acepta que los goles son la vara de medir que usa la crítica para decidir si ha jugado bien o no. Se trata de un sistema injusto, pero no existe otro para su raza. El problema con Lewandowski no es valorarle por sus goles, sino haberle culpado de la escasa capacidad ofensiva del equipo durante épocas de vacas flacas a nivel realizador. Robert es de esa estirpe de delanteros centro que, mientras se calce unas botas, va a seguir marcando. Solo necesita que el ecosistema acompañe y esa ha sido la obsesión constante de Xavi, aunque no siempre los futbolistas hayan interpretado con acierto lo que el técnico tenía en mente. Eso es exactamente lo que está sucediendo ahora gracias a la llegada de jugadores a los que hay que enseñarles poco porque todo aquello que pide Xavi lo ejecutan de forma natural. Y Lewy, en ese contexto, sonríe porque entiende que lo mejor está por llegar...